Internet.org vive sus semanas más turbulentas

El pasado 14 de mayo, Mark Zuckerberg reportó que Internet.org, el programa lanzado por Facebook en 2013 con el objetivo de brindar conectividad a 5.000 millones de personas a través del acceso a un selecto grupo de aplicaciones, ya contaba con más de 1.000 millones de usuarios a escala mundial.

La noticia debía funcionar como un aliciente para el empresario de la eterna remera gris luego de algunas semanas problemáticas. Después de todo, un grupo de startups de la India había abandonado muy públicamente la iniciativa a mediados de abril argumentando que violaba los principios de neutralidad de la red.

La repercusión internacional movió a Zuckerberg a redactar una defensa en el Hindustan Times. La neutralidad y la conectividad deben coexistir, aseguró desde el titular, para luego relatar su visita a una humilde villa india que recién descubría las bondades de Internet, siempre en el mismo tono beatífico que caracteriza sus más recientes alocuciones en video.

Las críticas no cesaron. Entonces, Internet.org lanzó una plataforma abierta que permite a los desarrolladores presentar sus propias soluciones, siempre y cuando consuman poco ancho de banda. Algunas voces disidentes pidieron espacio para OTTs de video, pero la propia naturaleza del proyecto —proveer servicios básicos en países en vías de desarrollo a través de pactos con operadores— vuelve poco atendible la demanda de prestaciones más exigentes para la red.

Quizá previendo una nueva ola de comentarios ríspidos tras superar las 1.000 millones de suscripciones, el sitio de Internet.org publicó poco antes del anuncio una sección aptamente nombrada “Mitos y realidades”. Allí se refuta, en lenguaje llano, que el programa sea una mera estratagema de Facebook para incrementar sus ingresos, entre otras hipótesis ampliamente difundidas por sus detractores.

Pero en la última semana, el proyecto fue blanco de dos nuevos ataques.

Primero, 67 asociaciones de derechos digitales de lugares tan diversos como Estados Unidos —Center for Media Justice—, la Unión Europea —European Digital Rights— y Brasil —Instituto Beta para Internet e Democracia— amonestaron al servicio por sus violaciones a la neutralidad, la práctica de zero rating, su nomenclatura y su política poco clara en materia de privacidad y seguridad.

En la misma línea se ubicaron los cuestionamientos de Electronic Frontier Foundation (EFF). “Internet.org no es neutral, no es segura, y no es Internet”, sentenció la organización sin fines de lucro en el título de su comunicado. “Tenemos la confianza de que sería posible proporcionar un servicio de acceso a Internet gratuito y limitado que sea seguro, y que no dependa de Facebook y sus socios —Ericsson, MediaTek, Nokia, Opera, Qualcomm y Samsung— para mantener una lista central de sitios aprobados”, sostuvo EFF. “Hasta entonces, Internet.org no estará a la altura de su promesa, o de su nombre”.

Por lo pronto, la expansión de Internet.org sigue su curso. En Latinoamérica ya fue lanzado en Colombia, Guatemala, Panamá y Paraguay y, si las reuniones con mandatarios durante la Cumbre de las Américas son indicativas de algo, bien podría desembarcar en el cono sur. Allí aparecerá Zuckerberg nuevamente, pura simpleza y beatitud digital.

Andrés Krom se graduó en la Tecnicatura de Periodismo de TEA (Buenos Aires). Durante su carrera trabajó en varios medios de comunicación online en el sector de tecnología y telecomunicaciones. Sus artículos han sido replicados por importantes medios gráficos en países como Argentina, Bolivia, Nicaragua, Panamá, Venezuela y publicaciones regionales.

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