La resurrección de Arsat como operador móvil y el Plan Nacional Satelital Argentino

Apenas unas horas después del exitoso lanzamiento del Arsat 2, la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, anunció en una cadena nacional que enviará al congreso un proyecto de ley para crear un Plan Nacional Satelital Argentino 2015-2035 y fortalecer la empresa estatal Arsat con la protección de su capital y la asignación de espectro para servicios móviles.

El proyecto, que entró en la Cámara de Senadores esta semana, establece que el 51 por ciento del capital de Arsat, correspondiente a acciones Clase A, no podrá ser transferido, excepto que lo autorice dos tercios del Honorable Congreso de la Nación.

En materia satelital, se prevé la construcción de ocho satélites de fabricación nacional; entre los que se incluye el ya anunciado Arsat 3 y otros dos satélites eléctricos para reemplazar a los actuales Arsat 1 y 2, de plataforma química. El programa tiene previsto lanzar los reemplazos de los actuales satélites geoestacionarios en 2027 y 2018, respectivamente.

Para soportar esta nueva flota satelital, se establece la necesidad de realizar un pedido de frecuencias, entre las que se incluye la extensión de derechos sobre las posiciones 72° Oeste y 81° Oeste, para operar en banda Ka, y otras dos posiciones orbitales a definir para operar en las bandas Ka y Ku.

Como resultado del plan, Arsat podrá multiplicar el número de servicios satelitales, con la incorporación de redes corporativas y gobierno a través de VSAT, banda ancha satelital, distribución de televisión y televisión directa al hogar (DTH) como complemento a la TV digital terrestre.

Además, si se aprueba el proyecto de ley tal como está presentado, Arsat también se quedará con un bloque de frecuencias 3G y 4G que Airlink (Grupo Vila Manzano) perdió por falta de pago.

Esta no es la primera vez que el Gobierno Argentino intenta hacer de Arsat un operador móvil. La primera iniciativa, en 2012, fue la de otorgar espectro sobrante en 3G para conformar un cuarto operador móvil, de nombre Libre.ar. Sin embargo, tras dos años sin avances, las autoridades argentinas decidieron quitarle el espectro a Arsat y concursarlo en la licitación de espectro ocurrida un año atrás.

A pesar de que se especula con que la jugada es una respuesta rápida al hecho de que Grupo Clarín comprara Nextel —sin la posibilidad de acceder a este bloque de espectro, el futuro de Nextel está en dudas—, lo cierto es que la vuelta de Arsat al mercado móvil era algo que se venía gestando desde antes. De hecho, la Ley Argentina Digital, aprobada en 2014, ya estipulaba la posibilidad de asignar espectro directamente a empresas estatales. Por ahora, el Gobierno no parece hacer uso de este recurso —la norma aún no está reglamentada—, sino que prefiere enviar para revisión del Congreso la asignación de espectro como parte de una legislación mayor.

La realidad es que, a diferencia de 2012, en este proyecto de ley el modelo de negocio de un posible operador móvil estatal está mucho más claro. Lo más interesante es que la iniciativa parece abandonar la idea de que es necesario un cuarto operador móvil en el mercado para abrazar un sistema de operador mayorista, que permita llegar con servicios allí donde los incumbentes no están invirtiendo.

Quizás inspirados en la red compartida mexicana, el proyecto enviado al Congreso afirma que Arsat, como operador móvil, deberá atender zonas de vulnerabilidad en proyectos propios o en asociación con licenciatarios de servicios TIC, municipalidades, cooperativas y sociedades del Estado, entre otros. Es decir, se abre la puerta a que cooperativas puedan utilizar el recurso de Arsat para brindar servicios móviles como operador móvil virtual (MVNO) en lugares donde actualmente no llegan los grandes operadores móviles.

Arsat corre con una ventaja para transformarse rápidamente en un operador móvil y es la red troncal de fibra óptica de Argentina Conectada, que ya alcanza los 35.000 kilómetros —el proyecto total espera desplegar 50.000 kilómetros de fibra—. Si bien todavía el porcentaje de fibra iluminada es muy bajo, en caso de que se requiera su uso nada impide que Arsat avance rápidamente en su encendido.

El proyecto igualmente enfrenta dos problemas: el primero es político. A tres semanas de las elecciones presidenciales, es difícil saber cómo se comportará el Congreso Nacional ante esta iniciativa del Ejecutivo. El segundo, y coincidiendo con lo que escribió el especialista Enrique Carrier en su blog, es económico. La fabricación de nuevos satélites y la construcción de una red móvil demandan inversiones en dólares extraordinarias, y todavía no está claro de dónde provendrán los fondos.

Leticia Pautasio es periodista y Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Quilmes (Buenos Aires, Argentina). Durante su carrera profesional se desempeñó en gráfica, radio y medios de comunicación en línea. Desde 2009 se especializa en tecnología, telecomunicaciones y negocios; cubriendo la realidad del sector en América latina. En 2013 obtuvo el diplomado "El Periodista Latinoamericano como agente y líder en el desarrollo social" del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (México). Contacto: [email protected]

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