El presidente de la Nación, Mauricio Macri, emitió anoche un decreto con la intención de tomar el control de las autoridades de aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA) y la Ley Argentina Digital.
De esta manera, el gobierno de Macri nombró a un interventor para la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) y otro para la Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Aftic), dos organismos autárticos creados por leyes aprobadas en el Congreso y cuyos directores eran representantes de las principales fuerzas políticas del país.
La razón de la intervención, según admitió el ministro de Comunicaciones de la Nación, Oscar Aguad, fue que los organismos “no responden a la nueva estructura orgánica de la Ley de Ministerios”. Pero, además, existe una razón política y es que ambos directorios estaban presididos por representantes del kirchnerismo, el partido de oposición al Gobierno Nacional. Estas autoridades aún tenían su mandato vigente, lo que le iba a dificultar al flamante ministro llevar adelante sus objetivos políticos en materia de telecomunicaciones y servicios audiovisuales. De hecho, el propio ministro Aguad afirmó que una de las razones que lo llevaron a tomar esta decisión fue la “rebeldía de las autoridades” que buscaban mantenerse en el poder, aún con el cambio de color en el Gobierno.
La intervención, de acuerdo con el decreto publicado hoy en el Boletín Oficial, es por un período de 180 días, aunque podría extenderse —Argentina tiene precedente de intervenciones sucesivas en organismos como la exComisión Nacional de Comunicaciones (CNC) o el exComité Federal de Radiodifusión (Comfer)—.
Además de las razones abogadas por Aguad en la conferencia de prensa, en el texto figuran otras que explican por qué eran necesarios cambios en las autoridades de telecomunicaciones y servicios audiovisuales.
De acuerdo con el decreto, desde el año 2009 —fecha de sanción de la LSCA— “no se han logrado avances significativos en el desarrollo de mecanismos destinados al cumplimiento” de los objetivos de la ley como la “promoción, desconcentración y fomento de la competencia con fines de abaratamiento, democratización y universalización del aprovechamiento de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación”. Lo cierto es que mientras se avanzó fuertemente contra el Grupo Clarín para su desconcentración, se aprobaron sin resistencia los planes de adecuación de empresas como Telefé (Telefónica), DirecTV o Cadena 3.
“Igual situación se observa en relación a los objetivos establecidos en el año 2014 mediante el artículo 1° de la Ley N° 27.078, al constatarse la insuficiencia de las políticas públicas desarrolladas por la Aftic para revertir la baja calidad del servicio en materia de comunicaciones”, señala.
Adicionalmente, se marca que las autoridades “no han instrumentado mecanismos establecidos en la ley, omitiendo efectuar revisiones regulatorias por más de un lustro, lo que implica un claro perjuicio para el sector, para los usuarios y la población en general”.
El decreto enumera varias cuestiones que, de acuerdo con el nuevo Gobierno, deberían haber marcado la política regulatoria como ser la digitalización de la TV, la TV satelital, el streaming, la gestión de espectro y la convergencia del mercado de las telecomunicaciones, entre otros.
Uno de los temas que más se menciona en el decreto es la última licitación de espectro, en la que falló el objetivo de incorporar nuevos competidores al mercado —un objetivo que tampoco se viene cumpliendo en las licitaciones ocurridas en otros mercado de la región—. Esto puede ser un guiño para el Grupo Clarín que está a la espera de un regulador más favorable a sus intereses, y que le permita revisar la adquisición de Nextel —que había sido rechazada por Aftic— y acceder al espectro 4G que fuera reservado para la estatal Arsat, que precisamente esta semana está inaugurando nuevo presidente y vicepresidente, más en línea con los intereses de Mauricio Macri.
En la conferencia de prensa, Aguad afirmó que uno de los objetivos de su gestión es alcanzar la convergencia tecnológica y de control. Con este objetivo en la mira, es posible que en los próximos meses el Ejecutivo avance en reformas a las actuales leyes de telecomunicaciones y servicios audiovisuales con la meta de crear un único organismo de control capaz de regular los sectores de telecomunicaciones y radiodifusión. La intervención de los organismos parece ser un primer paso para lograr este objetivo.
El interventor designado al frente del Afsca es Agustín Ignacio Garzón, mientras que Mario Enrique Frigerio tomará el control de Aftic.
