WebRTC, RCS y ViLTE son herramientas que los operadores tienen para competir con el video OTT, ¿sabrán utilizarlas?

Desde hace años venimos repitiendo que el tráfico de video tendrá un crecimiento exponencial en los próximos años  y que los operadores deberán estar preparando sus redes para soportar el tráfico en continuo crecimiento. Pero poco se sabe cómo los operadores podrán aprovechar parte de este mercado, cuyo mayor valor se lo están llevando los operadores over-the-top (OTT). Un informe presentado hoy por Huawei y Ovum indicó que el consumo de video desde el móvil mantendrá un ritmo de crecimiento constante en los próximos años hasta casi 200.000 petabytes anuales en 2020. La gran mayoría de este tráfico, indicó el reporte, será generado por aplicaciones de terceros —es decir por OTTs— como Netflix, aunque también por redes sociales como Periscope (Twitter), Facebook —que ha lanzado herramientas para hacer streaming de video—, el tradicional Skype y hasta el reciente Google Duo, entre otros. Pero quizás todavía hay espacio para que los operadores de telecomunicaciones compitan en este mercado, ahora que se está migrando hacia voz sobre LTE (VoLTE), video sobre LTE (ViLTE) y se empezaron a desplegar capacidades de videollamadas y comunicaciones enriquecidas (RCS). El informe, por ejemplo, destaca la experiencia de T-Mobile, que ha lanzado RCS en septiembre de 2015 y ya ha ganado 5,5 millones de usuarios, que enviaban cerca de 40 millones de mensajes diarios para fines de febrero de 2016. De acuerdo con una encuesta realizada por Ovum en 2015, el 51,3 por ciento de las personas encuestadas afirmaban utilizar un servicio de voz sobre IP y el 55,9 por ciento señalaba que hacían uso de un servicio de videollamada basado en aplicación a través de diversos dispositivos (computadoras de escritorio, teléfono móvil, tableta o consola de videojuegos). Ovum cree que los servicios de videollamada crecerán a una tasa anual compuesta (CAGR) del 10 por ciento entre 2015 y 2020, impulsado precisamente por el lanzamiento de productos por parte de los operadores de telecomunicaciones. Sus previsiones indican que el tráfico de videollamadas alcanzará en 2020 unos 1,10 trillones de minutos para el usuario final fijo, 594 trillones de minutos para el usuario móvil, 368 millones de minutos para el cliente empresarial fijo y 198 para el usuario corporativo móvil, lo que muestra la oportunidad que representará este mercado en los próximos cuatro años. Un informe de la GSMA sobre RCS apuntaba hace un tiempo que era en el sector corporativo donde existía una buena oportunidad para los servicios de mensajería debido a la capacidad que tienen los operadores de ofrecer calidad de servicio —y que, en la teoría, los OTT no podrían igualar—. En este reporte Ovum también rescata que los servicios de video tienen una gran posibilidad de crecimiento en el sector corporativo, especialmente por el uso de videoconferencias para realizar reuniones, entrenamiento a empleados, soporte, atención al cliente y hasta telemedicina, entre otros. El informe destaca también el avance de WebRTC, que parece ser una alternativa de código abierto con mayor aceptación entre los operadores, especialmente para el segmento corporativo. Operadores como Telefónica —con su solución TokBox— y Telenor ya han desarrollado productos basados en WebRTC mientras que otros están apuntando a servicios de videoconferencia en la nube como AT&T, BT, Orange Business y también Telefónica, entre otros. Claro que esta oportunidad se pone en jaque cuando Google lanza aplicaciones que ya tienen capacidades carrier grade, por lo que los operadores que quieran competir deberán ser muy dinámicos y apostar fuertemente a la experiencia de usuario si quieren ganarle a los gigantes OTT. Para ello, el reporte de Ovum y Huawei indica que los operadores deberán transformar su red de datos hacia una red centrada en video, haciendo su infraestructura más adecuada para la transmisión de éste y más adaptable a diferentes tipos de escenarios de negocio. También, recomienda a los operadores ser innovadores en términos de monetización de los servicios y generar una cooperación entre diversos actores del mercado. “La cooperación entre las compañías en el ecosistema de video es crítica para entregar no solo una experiencia de video, sino de video en alta calidad que justifique un mayor ARPU”, concluye.