Más de cuatro años pasaron desde que la portabilidad numérica apareció entre los pendientes de las telecomunicaciones en Bolivia. Desde entonces la demora fue protagonista y el país quedó rezagado a escala regional y se ubica como uno de los pocos que aún no la implementó. Se esperaba que suceda este año pero finalmente se pondrá en marcha en noviembre de 2017.
Lo que en 2012 aparecía como novedad hoy es un derecho adquirido por los usuarios móviles de países de la región, que tienen la posibilidad de cambiar de compañía manteniendo el número. En algunos casos como Chile, la portabilidad dio un paso más y es completa —fija, móvil y combinada—.
Bolivia debe esperar, y hay más de una razón para explicar el retraso: hubo demoras inesperadas en la búsqueda de quién era el adecuado para administrar el servicio y, más tarde, la respuesta negativa de los operadores, que no estaban dispuestos a costear la implementación de la portabilidad numérica en el país.
Esta novela tiene un cierre con el decreto 3004, promulgado hace una semana, que establece la entrada en vigencia de la portabilidad numérica para el 27 de noviembre de 2017. Esta normativa echa por tierra una anterior, con número 2498, que indicaba que debía formalizarse en noviembre de 2016. Así lo señaló el periódico local El Deber.
Faltan entonces 355 días más para que se concrete la implementación del servicio y para que los que alrededor de 10 millones de usuarios puedan cambiar de empresa manteniendo su número. El sistema ya está vigente en más de una docena de países de la región, entre ellos Argentina, Brasil, Chile, Ecuador y Perú, donde funciona con éxito relativo, si se tienen en cuenta los objetivos planteados en el momento de su aplicación, como innovación tecnológica o mejoras en la calidad de atención.
