Ya lo hacían Claro (América Móvil) y Movistar (Telefónica) y luego se sumó el Instituto Costarricense de Telecomunicaciones (ICE): los tres operadores móviles cumplen con la política de uso justo, mediante la cual se reduce la velocidad del servicio de Internet móvil a los usuarios que ya consumieron el tope de datos que establece el plan que contrataron.
El objetivo de la normativa de uso justo es disuadir al cinco por ciento de los usuarios finales que más consumen datos móviles, advirtió el consejo directivo de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) en diálogo con El Financiero.
Glen Fallas, director general de Calidad y Espectro del regulador, señaló que en los casos de Movistar y Claro un cinco por ciento de los clientes consumen el 35 por ciento de los recursos mientras que en el caso de la estatal ICE el porcentaje asciende a 40 por ciento.
Hace unos días Asiet se mostró a favor de la aplicación de esta medida. El organismo indicó que a través de ella “se favorece el acceso equitativo a Internet de todos los costarricenses y se fortalece la sostenibilidad en la oferta de servicios de banda ancha”. Es que, según argumentó, quienes tienen la posibilidad de contratar planes ilimitados tienden a incrementar su consumo de forma tan intensiva que pueden generar que los servicios provistos al resto de los usuarios tengan un desempaño inapropiado.
“Dadas las condiciones de la oferta de servicios y los objetivos de la conectividad vigentes, una eventual imposibilidad de establecer políticas de uso justo puede afectar la provisión de banda ancha para toda la población, además de incentivar una competencia basada únicamente en el precio, sin propiciar que se sustente en criterios de calidad o en la diferenciación de servicios de acuerdo a las necesidades diversas de cada usuario”, concluyó.
