En todo congreso, evento o charla sobre Internet de las Cosas (IoT) surge el mismo ejemplo: el refrigerador conectado. Hace años que los gurús de la tecnología afirman que en el futuro las heladeras se conectarán con los supermercados y realizarán las compras sin intervención humana. IoT, hasta no hace mucho tiempo atrás, parecía reducirse a ese único ejemplo, cuando en realidad IoT es mucho más que un refrigerador conectado.Lo cierto es que el anhelo de nunca quedarse sin bebida en el refrigerador ya es una realidad, aunque no todavía como una solución para el hogar. AT&T acaba de anunciar un acuerdo con Red Bull para conectar hasta un millón de refrigeradores de la marca alrededor del mundo. El operador monitoreará y administrará la oferta y demanda de estos refrigeradores a través de una solución IoT desarrollada por el equipo de AT&T Foundry en colaboración con Red Bull.AT&T asegura que los datos que se obtengan de los refrigeradores conectados ayudarán a garantizar que las bebidas estén frías y listas para ser consumidas por los clientes. Además, permitirá tener un control de los equipos, evitando que los técnicos deban revisar el estado de cada unidad manualmente. La solución permitirá que los refrigeradores envíen datos precisos sobre rendimiento, temperatura y localización.Los datos también proporcionarán información de la frecuencia de compra, usando como referencia la actividad de la puerta de las heladeras de todo el mundo. Un acuerdo similar para el control de stock, aunque no con refrigeradores sino con cafeteras —quizás otro de los dispositivos más utilizados para ejemplificar IoT—, ha firmado el año pasado Telefónica con Nespresso.La solución ofrecida por AT&T utiliza tarjetas SIM globales de la compañía, que se conectan a un Centro de Control y la Plataforma IoT de AT&T (Flujo y M2X). En estas dos instancias se procesarán los datos enviados por cada equipo conectado alrededor del globo.