Telecomunicaciones de México (Telecomm) anunció que la consulta pública para desarrollar la Red Troncal de Telecomunicaciones en México recibió 24 manifestaciones de interés de parte de empresas nacionales y extranjeras.
El proyecto, parte de la Reforma Constitucional en Materia de Telecomunicaciones, prevé aprovechar los más de 25.000 kilómetros de fibra óptica instalada en los hilos de guarda de las torres de transmisión eléctrica de alta tensión y distribución de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para proveer servicios mayoristas de enlaces de gran capacidad a concesionarios y comercializadores. La actual red de fibra óptica cuenta con unos 115 puntos de presencia —denominados Hoteles de Interconexión— a disposición para ser utilizados para ofrecer servicios mayoristas.
Telecomm, que ha recibido la concesión de la fibra de la CFE, ha puesto en marcha el proceso para llevar adelante un posible concurso público internacional para adjudicar un contrato mediante la figura de asociación público privada (APP) para el diseño, financiamiento, despliegue, operación y comercialización de la red troncal. En este marco, el operador realizó un pedido de manifestaciones de interés, que se extendió entre el 11 de mayo y el 9 de junio de 2017.
Los comentarios recibidos se centraron en aspectos de la licitación o concurso, aspectos técnicos para el aprovechamiento de la fibra óptica existente y para el despliegue de nueva fibra, operación de la red y aspectos económicos, administrativos y regulatorios del proyecto, entre otros. Entre los interesados figuran seis proveedores de equipamiento y tecnología —Nokia, Cisco, Fujitsu, ZTE, entre otros— y 14 operadores de telecomunicaciones, entre los que se destacan AT&T, Axtel, Level 3, Maxcom, Megacable, Pegaso, Metronet y Total Play. Axtel y Megacable forman en conjunto el Consorcio Altán, adjudicatario de la Red Compartida en 700 MHz.
Las manifestaciones se dividen entre quienes defienden una regionalización geográfica de la red y quienes solicitan que la nueva infraestructura sea operada por un desarrollador nacional. Los defensores de esta última posición, sostienen que de esta manera las conexiones transversales entre operadores se facilitarían al ser interoperables en la capa de transporte y así no habría conflicto por los accesos de interconexión internacional y redundancia geográfica. Además, la operación tendría economías de estala y un menor gasto operativo.
Esta alternativa es la que se ha realizado en países como Colombia, Perú y Argentina, donde es un único operador —Azteca Comunicaciones en el caso de Colombia y Perú y la estatal Arsat en el caso de Argentina— el que tiene la responsabilidad por el desarrollo y operación de la red troncal nacional.
La decisión final estará en manos de Telecomm, que “muy pronto” proporcionará información adicional sobre el desarrollo de este proyecto, que se llevará a consulta pública en una segunda etapa.
