Los prestadores de telefonía móvil de Brasil bloquearon otros 1,6 millones de dispositivos durante 2017, que previamente habían sido denunciados por robados, hurtados o extraviados. La base de terminales que forma parte del Registro de Estaciones Móviles Impedidas (CEMI) creció 20 por ciento ese año hasta 9,3 millones de teléfonos.El número de celulares que forman parte de la lista negra creció año a año desde la implementación del CEMI. Hasta 2010 se habían registrado 1,3 millones y se sumaron otras 600.000 terminales el año siguiente. Para 2013 ya eran 4,2 millones y en 2015 se informaron 6,2 millones. Al cierre de 2016, en tanto, el bloqueo alcanzaba a 7,7 millones de IMEI.Una vez registrados en el sistema, los IMEI dejan de funcionar para realizar llamadas y usar datos móviles en operadores brasileños u otros 59 prestadores de 19 países que son parte de un acuerdo de GSMA. Sin embargo, los aparatos siguen sirviendo para conectarse a Wi-Fi, advirtió Sinditelebrasil en un comunicado en el que pidió más medidas de seguridad para reducir el mercado ilegal.Los interesados en bloquear un teléfono deben comunicarse con su operador y completar la solicitud telefónicamente. Desde 2017 la opción también está permitida a autoridades policiales.