El robo de teléfonos móviles se disparó en Argentina en los últimos años y la industria está preocupada. La Cámara de Agentes de Telecomunicaciones Móviles (Catema) volvió a alertar la situación y pidió que se instrumente una lista blanca para evitar que siga creciendo el mercado negro.
Cifras del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) señalaron que a mediados de 2016 se robaban unos 5.000 teléfonos por día en el país. Según Catema, el número de denuncias diarias es ahora de poco más de 4.000, 169 por hora, pero se estima que el número de robos podría ser el doble. Esta estimación se debe a que la mitad de quienes sufren el robo de su celular no lo denuncia. Esto tampoco es nuevo y se debe mayormente a que “lamentablemente, muchas veces no sirve para nada”, dijo Hernán Polivik, representante de Catema.
A esto se suma que en Argentina predomina la modalidad prepago —representa el 88 por ciento de la base móvil— y los usuarios de este segmento denuncian menos que los pospago.
“En distintos países, para evitar este problema, se generó una base de datos de los teléfonos en funcionamiento. Chile aprobó esta normativa el año pasado y viene muy bien porque, además de evitar robos, también se combate el tráfico de equipos. Aquí, en cambio, se usa un sistema de Lista Negra, que deja afuera un enorme segmento de la problemática”, agregó el ejecutivo en declaraciones tomadas por Diario Hoy.
En octubre de 2016 la Asociación de Fábricas Terminales de Electrónicas (Afarte) alertó que los teléfonos que ingresaban de forma ilegal al país eran igual al 30 por ciento de los que se fabrican en Tierra del Fuego. El mercado negro mueve unos 500 millones de dólares anuales y el alto precio de los dispositivos en el mercado local “alientan” el comercio ilegítimo.