BCN2018 LATAM Summit – Las redes deben estar preparadas para cubrir la demanda y los esfuerzos de la industria pasan por encontrar la forma más eficiente de lograrlo. “La automatización de procesos es un paso intermedio de una meta más amplia que es la red adaptativa”, consideró al respecto Héctor Silva, CTO, líder de Ventas Estratégicas para Latinoamérica y el Caribe de Ciena.
La propuesta no es poner recursos ilimitados en todos lados, porque esto no resultaría escalable ni rentable para un operador. La meta está en hacer un uso eficiente de las capacidades y trasladarlas donde se necesiten, en función de lo que está pasando en tiempo real, agregó el ejecutivo durante su presentación en BCN2018 LATAM Summit.
La llegada de 5G no significará el fin de 4G sino que habrá coexistencia, quedando la nueva generación para atender demandas más altas, con foco en los casos en los que el factor latencia sea clave. Los conceptos de Internet de las Cosas (IoT) o ciudades inteligentes ponen más presión a los operadores y la red fija tiene que estar preparada para conectar los contenidos y las necesidades con los usuarios, en todo momento.
Para estar a tono, consideró, las redes deben tener la capacidad de adaptarse constantemente y para lograrlo se deben cumplir algunos objetivos cuya base fundamental es la infraestructura programable. Después está la capacidad de las plataformas de exponer la información hacia un cerebro de control y que éste pueda actuar en consecuencia.
El cambio no es simple pero está sucediendo y depende de los operadores sobrevivir en un ecosistema cada vez más complejo y con más actores. Entre los retos a resolver, según Silva, se destaca que todavía muchos procesos son manuales y hay infraestructura legacy que debe adecuarse. “El motor sigue siendo ser rentable, reducir el Opex pero, a la vez, generar nuevos ingresos”, concluyó.
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