La región presenta 254 OTT activos a 2018, que ofrecen unos 310.000 títulos de películas, 1,5 millones de episodios de series y 1.300 señales de streaming en vivo. Del total, 69 corresponden a cableoperadores, el 27 por ciento, mientras que otras 104 pertenecen a programadores y 81 a empresas independientes, señaló BB-Business Bureau.
“El contenido sigue siendo el rey”, destacó la consultora como una de las conclusiones del BB Book 2018. La originalidad de los productos destaca por sobre al resto a plataformas reconocidas como Netflix, HBO y Amazon Prime Video. Las mismas tres se encuentran en el podio de valoraciones positivas de sus usuarios aunque Netflix es la preferida y también se ubica primera por el tiempo que le dedican sus usuarios: nueve horas por semana, incluso más que el tiempo usado para ver televisión paga.
“El año comienza con 44 millones de hogares con Internet que consumen contenidos online en Latinoamérica. Quienes miran más películas y series online son personas de entre 25 y 34 años: ocho de cada 10 consume este tipo de contenidos”, agregó el estudio. No sólo eso, se volvió común hablar de binge watching o “maratón”, pues los fines de semana el 56 por ciento de los latinoamericanos ve tres o más episodios seguidos.
“El usuario está dispuesto a pagar por los contenidos que le resulten relevantes. Cada vez se ven menos contenidos de forma gratuita y también cayó el uso de plataformas ilegales”. El gasto promedio para contratar plataformas VoD o TV vía streaming es de 6,7 dólares mensuales. La mayoría de quienes lo utilizan ven el contenido desde notebooks (47 por ciento), seguido de televisores inteligentes (39 por ciento) y smartphones (37 por ciento).
Este nivel de consumo se da en un contexto en que unos 63 millones de hogares tiene acceso a Internet de banda ancha en los ocho principales mercados de la región, con Uruguay y Argentina destacándose sobre el resto con una penetración de 61 por ciento y 51 por ciento respectivamente. La mayoría de los internautas de la región accede a Internet a una velocidad de entre cuatro y 10 Mbps.
La televisión paga mantendrá el crecimiento en paralelo a estas “nuevas plataformas” que ya no son novedad en el mercado regional. El año comenzó con 86,4 millones de hogares con TV paga. La penetración del servicio alcanzó el 51 por ciento y el cable mantuvo el liderazgo como tecnología de acceso. Habrá un aumento de dos por ciento anual acumulado hacia 2021 en el número de suscriptores de TV hasta llegar a 94,7 millones.
El valor promedio de abono básico para el servicio de televisión paga en la región es de 22 dólares, aunque se observa una enorme desigualdad entre los países. En Uruguay, por ejemplo, es de 36 dólares y en Chile de 34 dólares mientras que en Honduras se reduce a 12 dólares y en Nicaragua a 13 dólares.
Por último, el estudio destacó que la digitalización va tomando fuerza y ya alcanzó a 69,6 millones de abonados dispersos en toda Latinoamérica, el 78 por ciento del total. Puerto Rico se destaca por ser el único país 100 por ciento digital, mientras que Brasil y Panamá están cerca de lograrlo. La cantidad de abonados analógicos cae año tras año, pero aún siguen siendo mayoría en siete países: Guatemala, Bolivia, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Costa Rica y Perú.
