En el marco del InternetDay 2018, la palabra creatividad fue protagonista en las charlas sobre cuál es la mejor y más eficiente forma para que los pequeños proveedores lleven Internet con fibra óptica a sus clientes. El segundo aspecto más mencionado fue lo importante que resulta “no tercerizar” trabajos de los que se puede ocupar la propia empresa y luego, claro, la necesidad de menos trabas burocráticas para poder implementar las soluciones.
Por los costos que supone la instalación de fibra óptica para pequeñas empresas, la inversión debe ajustarse a las necesidades pero sobre todo al bolsillo. En este contexto, cada uno de los oradores dio su visión y brindó algún detalle de su experiencia para que iniciativas “low cost” resulten redituables. Algunos recomendaron armar una propuesta inicial que incluya al marketing porque “a veces la enorme cantidad de dinero destinado a lo técnico hace que luego no pueda difundir la propuesta como corresponde” y otros aprovecharon el espacio para recomendar la contratación de equipos y soluciones tecnológicas chinas.
“La última milla solo representa el 29 por ciento de la inversión del proyecto tecnológico, otro 32 por ciento corresponde a la central y el 39 por ciento a la red óptica que está en la calle”, contó Mariano Mercado, basándose en la experiencia de la Cooperativa Mariano Acosta. Hay opciones para abaratar costos, que deben tomarse de acuerdo a las prioridades.
“La clave es hacerlo todo nosotros, no es tan difícil como parece”, sugirió Diego Rodríguez, de Redes y Comunicaciones Moreno. Agregó que la cooperativa ya tiene unos 600 conexiones. “El personal se ocupó de aprender a hacerlo y luego llevarlo a cabo, lo que permite tener bien en claro lo que ofrecemos y saber qué hacer si se rompe o tenemos un problema en algún sitio en particular”, explicó.
Ser creativo e innovar es la única forma de permanecer como actor importante en un mercado dinámico y en constante movimiento. Sin embargo, no es lo único: las barreras burocráticas siguen como una piedra en el camino. El presidente de Davitel, Mario Carranza, planteó cuatro desafíos que se presentan constantemente: permiso de uso de espacio aéreo municipal para colocación de postes y tendido de cables, permiso de cooperativa para uso de postes existentes, permiso de frentistas para uso de fachadas y permiso subterráneo para ductos.
En este sentido, el asesor legal de Cabase, Alejandro Amendolara, señaló que la entidad que representa envió al Ministerio de Modernización un proyecto en el que pide la creación conjunta de un manual de buenas prácticas para el despliegue de fibra óptica, tal como existe para redes de comunicaciones móviles. En él estarían plasmados los beneficios que traen estos proyectos a la sociedad y hasta podría contener algunos incentivos para que los municipios cooperen. Amendolara tildó de “pesadilla” los tiempos que se demoran algunos proyectos por cuestiones relacionadas a permisos.
Como otra pata de la cuestión, desde la Dirección Nacional de Fomento y Desarrollo del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) destacaron la importancia de los procesos de Aporte No Reembolsables (ANR) que lleva a cabo la entidad para dotar de Internet a sitios sin servicio o acceso deficitario. La segunda iniciativa, que contempla ciudades de hasta 5.000 habitantes, ya está abierta y culminará una nueva etapa en las próximas semanas.
Al primer llamado, que contempló zonas de hasta 2.500 habitantes, se presentaron un total de 179 proyectos para 421 localidades en 22 provincias y el monto solicitado por el 80 por ciento de cada proyecto ascendió a 308 millones de pesos (12,8 millones de dólares), dijo como representante de la dirección Pablo Pérez. Sin embargo, muchas de las propuestas serán desestimadas porque los documentos no cumplen con los requisitos mínimos solicitados. En esta segunda parte, el gobierno mejoró algunos aspectos para evitar contratiempos, como que todas las etapas deberán completarse por Internet con el uso de la plataforma Trámites a Distancia.
