A pocas horas de que los cuatro candidatos diriman en las urnas quién reemplazará a Enrique Peña Nieto en el cargo de presidente de México, Asiet presentó a los presidenciables una serie de recomendaciones relacionadas al mercado de telecomunicaciones. Aunque hubo avances, señala, el país aún presenta “desafíos mayúsculos” en materia digital.
“Si México aspira a lograr una transformación profunda de las condiciones económicas y sociales desfavorables que afronta requiere aprovechar al máximo el potencial que las TIC poseen y considerar la digitalización como una prioridad impostergable”, señaló el organismo y mencionó como uno de los desafíos concretos el acceso a Internet por parte de grupos poblacionales con menores ingresos.
Como primera medida, Asiet recomienda propiciar el desarrollo de un marco regulatorio basado en la aplicación de principios horizontales más que en definiciones taxativas. En otras palabras, propone mínima intervención excepto en casos particulares. Luego, pide a las autoridades apoyar la migración de servicios de 2G a 3G y 4G.
A la par con lo expuesto por otros interesados de la industria, Asiet hace énfasis en la necesidad de agilizar la obtención de las licencias necesarias para el despliegue y facilitar la instalación de infraestructura para telecomunicaciones. Solicita, en paralelo, fomentar el uso de herramientas digitales y avanzar en el desarrollo de Internet industrial.
En cuanto a espectro, recomienda modificar las normas vigentes por las que se cobran cargos por licencia de dos tipos: por contraprestación inicial y canon anual por MHz, que aumentan anualmente según inflación. Este esquema resulta “oneroso y contrario a los objetivos de maximizar la conectividad y mejora en los servicios por lo que resulta necesario revisarlo”. En ese punto también se plantea que el valor a pagar por esos derechos aumente anualmente por inflación, lo que hace que el espectro sea más caro.
El último punto tiene un argumento repetido por la industria: “las telecomunicaciones no son un lujo”. Por ello es necesario, considera Asiet, eliminar impuestos específicos para facilitar una mayor universalización de servicios. La baja de impuestos tendría como consecuencia una mayor disponibilidad de recursos para la inversión de los operadores y un impacto positivo en la asequibilidad de los servicios.
