Las denuncias de robo y hurto de dispositivos móviles en Guatemala siguen en aumento a pesar de que en 2013 el país aplicó la Ley de Equipos Terminales con el foco puesto en frenar este tipo de delitos. Los casos cayeron sólo el primer año pero desde entonces cada año hay más denuncias.
En 2010 hubo casi 17.000 denuncias y en 2011 éstas aumentaron exponencialmente hasta 57.385. Un año después subieron hasta 60.196 y hubo una drástica caída en 2014, año en que hubo 13.163, según los registros del Ministerio Público. En 2015 se presentaron 20.300 denuncias, en 2016 más de 23.800 y en 2017 unas 29.300. En lo que va de 2018 se presentaron 18.441, de las cuales 14.731 corresponden al departamento de Guatemala.
“Todos los días hay casos de este tipo de delitos, lo que refleja que aún es un negocio rentable para los delincuentes, dijo la vocera del Ministerio Público, Julia Barrera, en diálogo con El Periódico. Desde la Policía Civil, en tanto, hicieron énfasis en que la problemática persistirá mientras las personas sigan comprando dispositivos robados.
En los casi nueve años registrados hubo 4.130 personas detenidas por delitos vinculados a los celulares y 1.407 sentencias emitidas, con fallos condenatorios en 1.234 oportunidades. Entre 2010 y mediados de 2018 la policía local incautó casi 30.000 teléfonos en todo el país.
La Superintendencia de Telecomunicaciones (SIT) está a cargo de los registros de comercializadores de equipos así como de administrar y actualizar la Base de Datos Negativa (BDN) desde octubre de 2013. Desde entonces entraron a la lista negra 980.822 IMEI, 120.000 de los cuales fueron incorporados entre enero y agosto de este año.
