La realidad de Venezuela desentona con las aspiraciones de la región

“Movilnet moderniza tres nuevas radiobases en Caracas y en Miranda”, reza un comunicado de la estatal venezolana Movilnet, en que luego describe el proceso como parte del autodenominado Plan Nacional de Optimización. Los cambios afectarán a una radiobase ubicada en el gimnasio cubierto de la Ciudad Universitaria de Caracas, otra en los Rosales de Caracas y la otra en San Antonio de Los Altos.

La idea, indica más tarde, es ofrecer a sus usuarios un servicio de llamadas más estable y una mayor velocidad de navegación en Internet. Como parte del mismo plan madre se realizaron otras labores técnicas como el tendido de cables, pruebas de ping y verificación de correcto funcionamiento de los servicios. El anuncio también fue replicado en la página de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), el regulador local.

Aunque las mejoras en el servicio son siempre bienvenidas, la novedad no parece estar a la altura de las aspiraciones de una región que se muestra optimista en estar a tono con las necesidades de los usuarios, subirse a tiempo al tren de la digitalización y hacer del rezago una ventaja, entendido esto como la posibilidad de capitalizar el retraso imitando casos de éxito de regiones que hoy son líderes.

Dejando de lado las críticas sostenidas al gobierno de Nicolás Maduro por prácticas contrarias a la libertad de expresión, el país no parece formar parte de los argumentos que tiene la región para ser optimista. Los últimos anuncios positivos que llegan del país tienen que ver con tres millones de billeteras móviles en funcionamiento, aunque parte de su uso se explica con su aplicación obligada para conseguir productos de primera necesidad, y la puesta en marcha de un proyecto que tiene como fin el lanzamiento de un satélite con foco en las telecomunicaciones.

Del otro lado, la delicada situación política, social y económica trajo consecuencias en el plano de las telecomunicaciones. Hubo cruces entre los privados y el gobierno por un alza sin precedentes en los precios como consecuencia de una inflación que llegará, según estima el Fondo Monetario Internacional (FMI), a casi un millón por ciento este año. Esto y los actos constantes de vandalismo hicieron correr el rumor de que algunas de las empresas podrían abandonar el mercado local, algo que luego se desestimó.

En 2016 los operadores se comprometieron en invertir 110 millones de dólares en el país, pero desde entonces hubo muchos cambios, incluido un cambio de moneda, que pone en duda todas las promesas. El país lleva entregados 324 MHz de espectro para los operadores, por debajo del promedio regional, y aparece como uno de los pocos casos de Sudamérica que no cuenta con operadores que hayan lanzado LTE-A, junto con Bolivia y Paraguay.

Nicolás Larocca es Técnico Superior en Periodismo (TEA) y Locutor Integral (ISER). Durante su carrera profesional se desempeñó en diferentes medios radiales, digitales y en gráfica como productor de contenidos, redactor y analista. Tiene conocimientos en comunicación interna, deportes, bancos y seguros, y desde 2013 se especializa en el mercado de las telecomunicaciones a escala regional.

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