México anunció este año la limpieza de la banda de 600 MHz en el marco de un proceso de reorganización del espectro para habilitar nuevas frecuencias para servicios móviles. Sin embargo, este movimiento no significa que la banda esté disponible en el corto plazo el mercado: recién para finales de 2020 es que el país espera poner a licitación las primeras bandas de 5G.
Mientras que en países como Chile o Brasil ya se está trabajando en llevar al mercado espectro para la próxima generación de redes móviles —ambos países anunciaron estar trabajando en cómo licitarán el espectro disponible en 3,5 GHz—, en México ponen freno de mano y aseguran que recién las primeras licitaciones de 5G se realizarían en casi dos años.
La situación en México explica un poco el por qué de no apresurarse con la licitación, aunque no su velocidad para liberar la banda, que quedará sin uso al menos por un año.
Recientemente, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) asignó espectro en 2,5 GHz para servicios móviles de cuarta generación, en una licitación que permitirá reacomodar el mercado móvil y emparejar la cancha con Telcel (América Móvil). Con esta licitación, de la que resultaron ganadores Movistar y AT&T, las empresas podrán competir en LTE-A con Telcel y brindar nuevos servicios. La licitación representa un desembolso de 2.392 millones de dólares en concepto de espectro por los próximos 20 años.
Los compromisos adquiridos por los operadores en 2,5 GHz, el reciente pago por el espectro en un mercado que tiende a la baja en los ingresos y la falta de un ecosistema para 5G —y, añadimos, de un modelo de negocio para esa tecnología— hacen que el regulador decida retrasar la licitación de espectro hasta finales de 2020, cuando ya la 5G estará estandarizada. Además, de acuerdo a información publicada por el periódico local El Economista, el regulador buscaría licitar, junto con 600 MHz, un paquete de 150 MHz en la banda de 3,4 GHz. Es decir, bandas de cobertura y capacidad, juntas, para desarrollar la 5G.
Añadir la banda de 3,4 GHz pone a IFT un desafío adicional ya que es una banda que también utilizan los servicios satelitales. Antes de su licitación, México —así como Brasil, entre otros— deberá atender posibles interferencias entre ambos servicios.
Asimismo, el regulador mexicano tiene el desafío de revisar el estado de otros 150 MHz en la banda de 3,4 GHz que hoy se encuentran en posesión de AT&T, Axtel y Telmex para servicios fijos. Estas concesiones se están por vencer y parte del plan es reacomodar los 50 MHz que tiene cada operador —y que hoy están otorgados en bloques de 25 MHz+25 MHz— en bloques continuos. Por ahora, no existen detalles y lo único cierto es que los tres concesionarios han iniciado los procedimientos para la renovación de sus concesiones.
