La Cámara de Arbitraje de Mercado reconsideró la decisión que mantenía en suspenso la inyección de capital de Oi en el marco de su recuperación judicial. La empresa ahora tiene luz verde para la operación de 4.000 millones de reales (1.064 millones de dólares) provenientes de sus propios accionistas, que ya había sido aprobada por la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) y la justicia portuguesa.
El movimiento quedó en suspenso el pasado 26 de octubre luego de que fuera considerado un reclamo impulsado por uno de los accionistas de la compañía, Bratel (Pharol), que se presentó a la justicia en contra de la inyección de capital. El denunciante tenía hasta el cinco de noviembre para fundamentar sus quejas y, superado ese plazo, la decisión quedó sin efecto a favor de Oi.
El operador brasileño había mostrado tranquilidad sobre el caso bajo el argumento de que la decisión era provisoria y podía alterarse en algunos días aunque, claro, un eventual revés judicial podría haber generado estragos en los planes del operador. El incremento de capital le permite a la empresa soñar con más inversiones y robustecer sus servicios de la mano, principalmente, de la fibra óptica. Según los últimos resultados presentados, la empresa tiene 15,4 millones de unidades fijas generadoras de ingresos y 36,4 millones de usuarios móviles activos.