Si para los conectados el tiempo apremia a la hora de descargar un video, vale imaginarse cuanto es un segundo más de desconexión para los que todavía aparecen en la lista de espera. En enredo tras el acuerdo entre Telebras y Viasat en Brasil parecen acercar ese tiempo al infinito.
El mejor repaso del caso parece ser el cronológico. Telebras y Viasat firmaron un acuerdo para la explotación civil del satélite geoestacionario SGDC y hubo quejas de varios actores por la elección de una empresa extranjera sin experiencia en el mercado local. Via Direta también reclamo que tenía un acuerdo similar con Telebras y que hasta compró activos para cumplir con sus obligaciones pero luego fue notificado de que se escogió otra compañía.
La justicia tomó el caso a revisión y, aunque en primera instancia suspendió el acuerdo de forma transitoria, tomó como argumento la ley de Estatales para levantar la medida y dar vía libre a la alianza. Interpuso igualmente algunas condiciones, que deberán evaluar la estatal brasileña y la estadounidense en un plazo de 90 días. Vía Direta ingresó un nuevo recurso al Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) para que se reevalúe la situación.
La denunciante considera que la ley de Estatales no puede ser aplicada en este caso y pide de nuevo la nulidad del acuerdo, indicó el portal TeleSintese. Como última instancia, solicita que si no se declara ilegal el asunto al menos determine que el 15 por ciento de la capacidad en banda Ka del SGDC pueda ser explotado por Vía Direta en iguales condiciones que se ofrece a Viasat.
Los tres meses que tienen Telebras y la firma satelital estadounidense para revisar el contrato llevarán el tiempo transcurrido desde su firma inicial a casi un año. La revisión del nuevo recurso de Via Direta, sin entrar en un análisis de su contenido, entorpecerá un poco más los plazos y retrasará el calendario de la conectividad para sitios aislados y en situación de vulnerabilidad.
