La Empresa Hondureña de Telecomunicaciones (Hondutel) requiere 100 millones de dólares para volverse competitiva ante los privados, aseguró a La Tribuna el presidente del sindicato de la estatal, Orlando Mejía. Añadió que con ese dinero podrá avanzar con fibra óptica que le permita hacerse fuerte en algunas áreas de negocio que le han sido rentables. Pero, ¿resulta suficiente ese monto?
Los últimos números de la compañía hacen pensar que el dinero no es lo único que lo aleja de la felicidad. Cerró el primer semestre con 10.000 suscriptores de telefonía móvil sobre los 8,01 millones que componen el mercado. Los 23.000 abonados que tiene de banda ancha no son ni el 10 por ciento del total registrado y los 335.800 de telefonía fija le alcanzan para ser líder de un segmento que tiende a desaparecer. En julio empezó a hablar de 4G, tecnología que en ese entonces ya estaba disponible en 681 redes de 208 países.
En simultáneo, el déficit en la que cayó la estatal hizo que analistas aventuren su cierre. El gobierno desmintió esta opción y, en paralelo, aseguró que la gerencia de la empresa estaba terminando de ajustar un plan de rescate para recuperarse de la crisis. Entre las varias opciones, el gerente de Hondutel, Malvin Maldonado, señaló que gestionaría los permisos necesarios para buscar financiamiento externo que le permita mejorar los niveles de inversión.
La firma ya había tenido serios problemas financieros que logró afrontar gracias a un plan de austeridad que incluyó despidos y cambios en la cúpula gerencial. Los buenos resultados obtenidos en los años precedentes volvieron a rojo durante 2018. Los juicios de los ex empleados explotaron en la mano de una nueva administración que a mitad de año acumulaba pérdidas por 150 millones de lempiras (6,1 millones de dólares).
