AT&T y Time Warner ¿matrimonio o simplemente compañeros de piso?

La fusión entre AT&T y Time Warner no estuvo exenta de polémica. Cuestionada por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, fue finalmente la justicia la que le otorgó el visto bueno para seguir adelante con la operación. Antes, la habían autorizado los reguladores de Brasil, México y Chile, así como de otros países alrededor del globo.

Excepto en los Estados Unidos, en la mayoría de los países —principalmente los latinoamericanos— la fusión fue aprobada con condicionamientos. Los reguladores pusieron el grito en el cielo al enterarse de la intención de compra de Time Warner por parte del dueño de DirecTV y plantearon una serie de medidas para evitar riesgos de exclusión y discriminación de sus competidores. A diferencia de lo que ocurrió en Norteamérica, Latinoamérica se mostró preocupada por la integración de contenidos con los servicios de TV paga que la compañía ofrece en la región a través de DirecTV.

En los Estados Unidos, la estrategia por la cual los grandes holdings sean propietarios de medios, proveedores de contenidos audiovisuales y redes de telecomunicaciones parece ser más habitual, siendo Comcast uno de los principales exponentes de esta integración vertical. AT&T, con la compra de Time Warner, se sumó a esta tendencia. Verizon, que en 2011 aparecía como interesada en Netflix, se mantuvo siempre por fuera de esta estrategia y focalizó sus esfuerzos en contenidos sobre Internet con la compra de empresas como Aol y Yahoo.

A pocos meses de la integración de AT&T y Time Warner, los resultados de la fusión empiezan a verse, aunque, todavía, no parecen ser resultados que muestren una sinergia completa con el operador.

La principal preocupación de los detractores de la fusión es que AT&T podría utilizar su poder sobre HBO y otros contenidos relevantes para restringir su venta a sus competidores. La justicia norteamericana rechazó esta posibilidad pero, la verdad es que si esto ocurre o no, recién se conocerá al momento en que se renegocien los contratos.

Los primeros movimientos tras la fusión parecen ser, más bien, resultados de una industria que demanda reconversión. AT&T —o DirecTV, para ser exactos—, anunció alternativas OTT que se apoyan en los contenidos de Time Warner para competir con gigantes como Netflix. Si bien en el momento apareció como uno de los beneficios de la integración de ambas compañías, la realidad es que es un producto que cualquier compañía que no tenga una red de telecomunicaciones podría haber lanzado en solitario.

Entonces, cabe preguntarse, ¿cuál es el valor que le aporta a un operador con red tener una productora de contenidos? ¿Son realmente los contenidos originales de Telefónica los que apuntalan su negocio de TV paga o es su calidad de servicio y red de fibra óptica? Con las inversiones que son capaces de realizar los operadores en producciones originales, lejos están de poder competirle a Netflix. Por eso AT&T compró a Time Warner y por eso Comcast es dueño, entre otros, de NBC y NBC Universal.

Sin embargo, a pesar de que son dueñas del mismo grupo, las compañías de medios parecen seguir trabajando separadas del negocio tradicional de TV paga o telecomunicaciones. Y, aunque seguramente aprovecharán alguna sinergia, no se ven en el mercado restricciones de contenido para sus competidores.

Quizás no hace falta ya que Comcast es el principal operador de TV paga en Estados Unidos, por lo que venderle los contenidos de Universal a un competidor que le corre muy por detrás no es suficiente amenaza como para tomar una decisión tan poco popular como restringir contenidos. Sí podría ser una amenaza una compañía como DirecTV, que ocupa el segundo lugar en participación de mercado, pero un breve repaso por su grilla muestra que los contenidos de Comcast también están allí. Quizás tenga razón la justicia norteamericana y no haya suficientes incentivos para que los operadores restrinjan contenido a sus competidores, pero tampoco hay que olvidar que las condiciones en que se comercializan esos contenidos no se conocen, por lo que puede que no sean restrictivas pero sí discriminatorias.

AT&T —que debe defender a sus inversores la compra de Time Warner— considera que están actualmente bien posicionados en una línea entre entretenimiento y comunicaciones, que comienza a eliminarse. Al menos así lo decía Randall Stephenson, el CEO de AT&T en su última reunión de analistas. “Si eres una compañía de medios, no se puede apostar exclusivamente en modelos de distribución mayorista. Se debe desarrollar un canal directo con los televidentes y, si eres una compañía de comunicaciones, no se puede descansar en el aumento del tráfico de contenido”, agregaba.

¿Será la integración vertical la fórmula para crecer en este mercado que comienza a converger o será, mejor, tener una alternativa abierta a los proveedores de contenidos y OTTs para integrarlos a su servicio? En un artículo publicado en 2011 nos preguntábamos que “si los operadores no aceptan el reto de lanzar o adquirir empresas que intentan facturar usando sus redes pueden encontrarse con sorpresas como que sean Google, Apple o Microsoft las que se animen a entrar a la puja por este tipo de empresas para complementar sus ofertas de Google TV, Apple TV y Xbox TV”. La historia nos demuestra que casi ninguna de estas compañías intentó competir en contenidos y, por el contrario, apoyaron que terceros se integren a su plataformas para darle al usuario una experiencia completa y en una misma interfaz. Un paso previo a lo que intenta hacer Telefónica con Netflix y Amazon.

AT&T hoy tiene a dos de los mejores caballos, lo que habrá que preguntarse es si las sinergias son lo suficientemente importantes para formar un matrimonio o, por el contrario, siguen su curso de forma separada en forma de compañeros de piso. Algo así pasó con los datacenters, ¿será igual con los contenidos?

Leticia Pautasio es periodista y Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Quilmes (Buenos Aires, Argentina). Durante su carrera profesional se desempeñó en gráfica, radio y medios de comunicación en línea. Desde 2009 se especializa en tecnología, telecomunicaciones y negocios; cubriendo la realidad del sector en América latina. En 2013 obtuvo el diplomado "El Periodista Latinoamericano como agente y líder en el desarrollo social" del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (México). Contacto: [email protected]

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