La Subsecretaria de Telecomunicaciones (Subtel) ultima detalles del perfil técnico del proyecto por el que prevé que un cable submarino una a Chile con Asia. Ya recibió tres millones de dólares no reembolsables del Banco de Desarrollo para América Latina y usará parte del presupuesto del año próximo para terminar el estudio que le permita determinar qué país resultará mejor socio para uno el ambicioso proyecto.
La ruta no está definida pero dos candidatos han mostrado sus virtudes a las autoridades locales. El primero es Japón, que propone una ruta submarina de 24.000 kilómetros que una Chile con Tokio. El otro es China, que propone un tendido de 22.800 kilómetros desde el país Latinoamericano hasta Shangai. El último presenta la ventaja del precio, pues según se conoció a mediados de año ese proyecto costará 500 millones de dólares, 100 millones de dólares menos que el otro.
Huawei elaboró un estudio para determinar factibilidad de un cable submarino entre Chile y China pero, según La Tercera, el acercamiento quedó en el camino porque el gobierno local no quiere entregarle la iniciativa a una única empresa sino que planea concretar una alianza público privada que incorpore a más países bajo un modelo de consorcio.
Este ida y vuelta con la empresa china puede hacer suponer que el ese país haya perdido terreno en las negociaciones pero, del otro lado, desde hace meses se habla de que esa opción sería más beneficiosa en la idea de facilitar un intercambio digital con otros países de Latinoamérica, como Argentina, Brasil y Perú. También porque en este caso llegaría a una ciudad de 23 millones de habitantes mientras que en Tokio viven menos de 10 millones.
Japón, por su parte, entabló diálogo sobre el tema en distintas reuniones bilaterales. No hubo hasta ahora compromisos explícitos pero sí un estudio de la firma NEC en la que se evalúa la posibilidad. Otro que ha entrada en conversaciones es Nueva Zelanda pero la idea de ese país es sumarse como parte de la iniciativa que inicie y termine fuera de los límites de su territorio.
De este lado del planeta, países como Argentina, Brasil y Perú se han mostrado interesados y Chile los ve como posibles aliados estratégicos en la ejecución del tendido. Desde la Universidad de Chile hasta hablaron de la posibilidad de que el nivel de los interesados termine por hacer factible más de un tendido que una Sudamérica con Asia. El Océano Pacífico será el escenario de despliegue de una obra que tendrá a Chile y otros actores que hasta ahora disputan el otro protagónico.
