El descubrimiento de un error en una actualización de software ha llevado a Google a apresurar los plazos en los que dará fin a Google+. Las APIs para desarrolladores serán cerradas en los próximos 90 días y para los consumidores la red social dejará de existir en abril, cinco meses antes de lo que estaba previsto hasta este nuevo inconveniente que habría afectado la información personal de más de 52 millones de personas.
La nueva fecha fue confirmada por el vicepresidente de Gestión de Producto e Google, David Thacker, y replicada por el portal Expansión. De esta forma quedará fuera un proyecto que nació en 2011 con el ambicioso objetivo de hacer sombra a un Facebook que, aunque perdió terreno frente a otras plataformas, todavía no ha perdido el mote de caso de éxito en el mundo.
La notificación ya ha marchado para los millones de internautas cuyos datos permanecieron expuestos entre el siete y el 13 de noviembre. La compañía aseguró que no tiene constancia que durante los seis días que demoró en encontrar y remediar la falla se hayan producido robos de información por parte de terceros. Un error similar a este fue el que lo llevó a anunciar el cierre de la plataforma en octubre pasado.
Google demuestra, a pesar de la derrota que supone tener que cerrar una de sus plataformas, que cuenta con una flexibilidad a la hora de tomar decisiones que es digna de admiración en una industria con tan poco margen para el error como las telecomunicaciones. Un traspié motivó a adelantar los tiempos de cierre de Google+, lo que al parecer no ha sido un problema para el gigante de Internet.
Los ojos de todos ahora se concentrarán por un momento en un Google que no parece temerle al fracaso y que tiene herramientas suficientes para modificar plazos sin despeinarse. Juega, apuesta, gana y pierde en mejores tiempos que sus rivales mientras los operadores demoran más de lo que le gustaría y los que le demanda el mercado para adaptar sus productos y servicios a las nuevas tendencias. Google enseña, también en la derrota.
