G.fast sobrevive en un mundo que tiende hacia las redes de fibra

Las notas publicadas en TeleSemana.com —y en otros tantos medios que siguen la industria tecnológica— demuestran que G.fast, al menos a nivel editorial, tuvo su momento de esplendor hace casi dos años. En ese entonces, finalizado el estándar, se comenzaban a presentar las primeras soluciones, hacer las primeras pruebas y hasta anunciar las primeras implementaciones de la tecnología. Todo lo que pasaba alrededor de G.fast era noticia.

Luego, el buzz inicial de desplomó. No es que la tecnología no haya evolucionado en ese tiempo, sino que el entusiasmo fue disminuyendo. Aunque los operadores siguieran trabajando en su posible implementación, pocas noticias se daban a conocer sobre el avance de esta la tecnología. Y mientras tanto, otro tipo de red comenzaba hacerse lugar en la agenda: la fibra óptica al hogar (FTTH).

G.fast nació en la primera mitad de la década con el objetivo de mejorar la velocidad de las redes en la última milla de cobre. Está pensada para ser aprovechada en el despliegue de redes FTTC y FTTB y ayudar a los operadores de telefonía fija a ofrecer las velocidades que demanda el usuario sin necesidad de tener que entrar a cada domicilio con un pelo de fibra óptica. Se trata de exprimir al máximo las redes que los operadores ya tienen instaladas, y por eso tiene tanto éxito en compañías que han realizado en el pasado un gran despliegue de cobre, como es el caso de British Telecom (BT).

A principios del año pasado, Point Topic estimaba que ya había cerca de tres millones de edificios pasados con G.fast y unos 29.000 hogares que se habían suscrito a este servicio, la mayoría en el Sur de Asia. En ese entonces, unos 33 operadores de telecomunicaciones e ISPs estaban planeando desplegar la tecnología en todo el globo. Y entre ellos, 13 estaban en etapa de despliegue y otros 14 en período de prueba. En febrero de 2018, sólo seis operadores tenían un despliegue comercial de G.fast.

Las predicciones son alentadoras para una tecnología que se apoya en una infraestructura de red que tendrá poca participación de mercado en el futuro. Ovum pronosticaba que para 2021 habría casi 29 millones de negocios y hogares atendidos por G.fast y, si bien parece una cifra exagerada a comparar por el estado de la tecnología a inicios de 2018, lo cierto es que si nos guiamos por los más optimistas —y particularmente por los avances que está haciendo BT en cuanto a despliegue—, este será el año de G.fast.

G.fast aparece como principal sucesor de las redes ADSL y VDSL. Estas tecnologías fueron en el pasado las principales vías de acceso a Internet en el hogar pero paulatinamente fueron desplazadas por otras opciones de conectividad, incluyendo fibra y HFC.

Point Topic estima que las redes de fibra óptica cerca del hogar (FTTH/P/B) supondrán el 59 por ciento del mercado para 2025. En tanto, las antiguas redes DSL caerán hasta un nueve por ciento mientras que las redes de cable mantendrán el 20 por ciento de participación global. Un grupo conformado por redes FTTC/VDSL se quedará con el 12 por ciento del mercado restante para la misma fecha.

Las cifras demuestran que G.fast tiene un espacio reducido para crecer, a medida que las redes se reemplazan a fibra hasta el hogar. Point Topic señala que las conexiones basadas en infraestructura de fibra óptica crecerán un 51 por ciento hasta 2025. En el mismo período, las conexiones soportadas por redes FTTC/VDSL subirán un 28 por ciento y, por redes de cobre, caerán un 39 por ciento.

A pesar del contexto, G.fast todavía se muestra como la principal opción para ayudar a los operadores a ofrecer servicios de alta velocidad en sitios dónde tienen redes de cobre desplegadas y en los que, por sus altos costos o por la existencia de otro tipo de barreras, no se puede avanzar con el tendido de fibra.

Las actualizaciones de la tecnología han permitido a muchos asumir que próximamente se verán más anuncios sobre despliegues de G.fast, aunque, claro, suponemos que no de forma tan masiva como otras tecnologías. “La adopción de G.fast ha tenido un largo camino en poco tiempo y los próximos meses veremos avances significativos, especialmente en la estandarización y certificación, mientras los operadores comienzan a desplegar la versión 212 MHz de la tecnología”, señalaba Geoff Burke, Chief Marketing Officer de Broadband Forum.

Una nota de Light Reading, en tanto, apuntaba que en 2018 que los nuevos chipsets G.fast soportaban un amplio abanico de puntos de distribución y sistemas de CPEs, ampliando la posibilidad de despliegue de la tecnología. Además, los avances en la interoperabilidad de soluciones comenzaran a mostrar los primeros resultados y ya son cerca de 42 las soluciones certificadas para el perfil 106 MHz, de acuerdo con Broadband Forum.

Lo cierto es que todas las flechas parecen apuntar al Reino Unido. A pesar de que la tecnología logró un compromiso de despliegue por parte de operadores como Orange, SandyNet, Frontier, Post Luxemburg, Swisscom, Skywire Networks and Australia’s National Broadband Network (NBN) —e incluso algunos operadores en Brasil—, es BT su principal impulsor y quién parece llevar hacia arriba cualquier estadística entorno a G.fast.

BT Openreach anunció que intentará desplegar FTTP a tres millones de locales en el Reino Unido, alcanzando 10 millones de hogares con G.fast para 2021. Ya para finales de 2018, siguiendo los números de Point Topic, el operador sumaba 1,2 millones de casas pasadas con G.fast, el doble de lo que contabilizaba la compañía a mediados de 2018.

La opción de G.fast está disponible para seguir exprimiendo las redes de legado y algunos operadores, como BT, se han dispuesto a aprovechar la oportunidad antes de que sea demasiado tarde. Es posible que veamos avances este año, aunque todos prefieran pensar un futuro en fibra —o incluso 5G—.

Leticia Pautasio es periodista y Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Quilmes (Buenos Aires, Argentina). Durante su carrera profesional se desempeñó en gráfica, radio y medios de comunicación en línea. Desde 2009 se especializa en tecnología, telecomunicaciones y negocios; cubriendo la realidad del sector en América latina. En 2013 obtuvo el diplomado "El Periodista Latinoamericano como agente y líder en el desarrollo social" del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (México). Contacto: [email protected]

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