Números rojos en el ICE también la obligan a pensar en su futuro

El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) no goza de buena salud. Aunque sus problemas parecen tener más que ver con las actividades por fuera de las telecomunicaciones, la competencia sectorial le restó margen y robustecerse en ese segmento aparece como desafío para la estatal costarricense.

Se estima que la empresa presentará pérdidas por 314.000 millones de colones el año pasado, lo equivalente a unos 507,6 millones de dólares. La cifra fue expuesta por el portal local La República, pues no son de público conocimiento.

La propia presidente Ejecutiva de ICE, Irene Cañas, admitió recientemente que “la situación nos obliga a tomar medidas muy rápidas para comenzar a sanear nuestras finanzas”. Mencionó entre los objetivos inmediatos reducir la planilla, recuperar clientes en telefonía celular y modernizar los servicios de telecomunicaciones.

La firma costarricense no escapa al patrón regional que marca que los operadores estatales tienen serias dificultades para sobrevivir. Aunque el sector no siempre es el responsable de las finanzas endebles, el debate se abre con quienes creen que los gobiernos deben atender prioritariamente otros frentes, más si se tiene en cuenta que hay privados capaces de atender la demanda que presenta el mercado.

Para el ex presidente de ICE, Roberto Dobles, el problema es que la empresa perdió su visión estratégica con el aumento de la competencia en el mercado nacional. A forma de ejemplo, se puede indicar que, con la llegada de Movistar y Claro, la estatal cedió el 47 por ciento del segmento móvil. Un 25 por ciento está actualmente en manos de la filial local de Telefónica y el resto queda para la de América Móvil.

Las telecomunicaciones representan el 43 por ciento de la facturación de la empresa. Al menos así fue en 2017, último resultado disponible. Los 590.656 millones de colones (954,9 millones de dólares) que generó el sector ese año fueron 2,4 por ciento más que lo informado un año atrás. El negocio de electricidad, responsable del 57 por ciento restante, cayó 4,5 por ciento interanual arrojando un ingreso total más bajo que en 2016.

El déficit neto en 2017 fue de 51.706 millones de colones (83,5 millones de dólares), como resultado de números rojos en electricidad que fueron parcialmente compensados por un alza en telecomunicaciones. Tres de los últimos cinco resultados disponibles (2014, 2015 y 2017) son deficitarios, lo que generó las críticas de la oposición. Desde el Partido Liberación Nacional dijeron estar alertas ante las malas inversiones y la incapacidad que está mostrando la compañía.

Fuera de los números, otras cuestiones también ponen a la empresa en el ojo de la tormenta como la reciente suspensión de un proyecto hidroeléctrico, un sospechado nombramiento de un gerente y el supuesto traslado irregular de empleados a la subsidiaria Racsa. Los asuntos que atañen al sector están siendo investigados por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones.

¿Podrá ICE superar la situación? Tiene en la región más ejemplos de lo que no hay que hacer que las posibles soluciones. A juzgar por los malos resultados que le trajo a Hondutel en el mediano plazo, la opción de reducir la planilla de empleados parece un arma de doble filo. Los planes de mejorar servicios y ampliar la base de clientes quedan bien pero la compañía deberá ajustarse a un bolsillo más ajustado que el resto.

Nicolás Larocca es Técnico Superior en Periodismo (TEA) y Locutor Integral (ISER). Durante su carrera profesional se desempeñó en diferentes medios radiales, digitales y en gráfica como productor de contenidos, redactor y analista. Tiene conocimientos en comunicación interna, deportes, bancos y seguros, y desde 2013 se especializa en el mercado de las telecomunicaciones a escala regional.

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