La Alcaldía de Bogotá no insistirá en la venta de ETB

Una carta pone cierre definitivo a un largo proceso por el que la Alcaldía de Bogotá intentó desprenderse, finalmente sin éxito, de su participación en la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB). La secretaria de Hacienda, Beatriz Arbeláez, confirmó que la administración distrital “no continuará con la enajenación”. La determinación no es fruto de un acuerdo entre las partes sino consecuencia de resultados judiciales que no le dejaron  más opción que ceder a las autoridades capitalinas.

La historia comenzó en 2013. El alcalde Enrique Peñalosa se desprendió por entonces del 11,6 por ciento de las acciones del Estado en ETB. Cuando volvió al poder, en 2016, puso entre sus objetivos de gobierno desprenderse del 88,4 por ciento restante. Lo intentó pero las quejas de los trabajadores y la oposición llegaron a la justicia. El Tribunal de Cundinamarca observó irregularidades en el proceso y lo desechó en diciembre del año pasado. Las posibilidades de nuevos intentos de venta ahora fueron descartadas.

Los 1,9 billones de pesos (605 millones de dólares) en los que estaba valuada la venta servirían, sostenía el oficialismo, para la construcción de 30 escuelas, cuatro hospitales, ocho jardines y centros deportivos, entre otros. Pero el dinero que se esperaba de la venta de ETB pudo “ser sustituido por medio de la ampliación del cupo de endeudamiento, la generación de mayores dividendos de energía, así como mayores rendimientos”, indicó Arbeláez en declaraciones tomadas por La República.

Las estatales no están pasando un buen momento en el sector, más en una región como Latinoamérica en donde los recursos nunca abundas. Hay cada vez más críticos de mantener operativas empresas públicas dedicadas a un mercado que ya cuenta con privados suficientes para satisfacer la demanda. Se preguntan, además, si no es más importante atender otros frentes sociales o para qué mantener vigentes empresas que no arrojan buenos resultados a las arcas del Estado.

Como fueron las cuestiones judiciales la que explicaron por qué no se vendió ETB, las dudas ahora aparecen de cara a su futuro. El Estado tiene dos caminos: apostar a su crecimiento y empujar con inversiones la provisión de más y mejores servicios o bien escudarse en la falta de recursos para que los movimientos se mantengan en el plano de lo estrictamente necesario. La decisión definitiva quizás ni siquiera dependa de las buenas intenciones de las autoridades pero, sin dudas, alterará los planes de otra estatal con rol discutido.

Nicolás Larocca es Técnico Superior en Periodismo (TEA) y Locutor Integral (ISER). Durante su carrera profesional se desempeñó en diferentes medios radiales, digitales y en gráfica como productor de contenidos, redactor y analista. Tiene conocimientos en comunicación interna, deportes, bancos y seguros, y desde 2013 se especializa en el mercado de las telecomunicaciones a escala regional.

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