MWC 2019 – Una nueva constitución digital que defina los derechos fundamentales de los ciudadanos en el mundo digital fue el pedido de José María Álvarez-Pallete, CEO de Telefónica durante la apertura del MWC 2019. La frase no sorprende ya que parece haberse hecho costumbre que Telefónica utilice este espacio para pedir por un uso más racional de los datos de los usuarios y diferenciarse de sus competidores —y, especialmente, de los OTTs— en cuanto al tratamiento de la información de sus clientes.
“Los datos deberían ser tratados como un nuevo factor de producción y deberían ser contabilizado en el PBI de cada país”, apuntó el ejecutivo de Telefónica casi como una forma de mostrar la importancia de la información que comparten los usuarios, más que como un pedido real de que los datos sean parte del producto bruto interno nacional. Quizás suene exagerado añadir el valor de los datos al PBI, pero Álvarez-Pallete no exagera cuando señala que en el futuro la economía será de datos. El modelo de negocio de Facebook y lo que la propia Telefónica está haciendo con divisiones como Luca muestran el potencial que existe en ese ámbito.
En este marco, los operadores buscan mostrarse como los defensores de los datos de los usuarios y llevar la atención a la seguridad de sus redes, en momentos dónde la seguridad parece estar cuestionada. “Los operadores se han convertido en un paradigma de seguridad y privacidad”, señala un reporte divulgado por GSMA que busca promover el trabajo de portabilidad de datos y mostrar el importante rol de los operadores para garantizar la privacidad y la seguridad del ecosistema.
Para ello, los operadores vienen trabajando en una iniciativa de portabilidad de los datos que está liderada por GSMA y cuenta con la participación de compañías europeas como Deutsche Telekom, Orange y, por supuesto, Telefónica.
No es casual que este tema surja en Europa, porque allí el nuevo Reglamento Europeo de Protección de Datos (GDPR) contempla que los usuarios sean los dueños de los datos, una máxima que los operadores de telecomunicaciones buscan llevar como bandera para diferenciarse de los cuestionados OTTs. El grupo trabaja en la definición de un estándar común de portabilidad de datos que facilite que los usuarios puedan llevarse toda la información que acumulan en un operador, cuando quieran cambiarse de proveedor. Si bien el primer escenario es Europa, si consiguen tener éxito, la portabilidad de datos podrá tener impacto en el resto del mundo —y habrá que ver si no tiene la capacidad también de modificar el escenario competitivo—.
El grupo de Portabilidad de Datos, iniciado en 2017, liberó este año el primer borrador de especificaciones que permitirá la migración de datos entre operadores. La propuesta tiene como objetivo especificar los aspectos técnicos del intercambio de datos de usuarios entre operadores pero está pensada para que tenga impacto más allá del ámbito de telecomunicaciones. GSMA espera que al grupo se sumen nuevos operadores, así como otras partes de la industria que también manejen datos sensibles de los usuarios.
“Los integrantes del grupo coinciden en que este proceso de portabilidad debe salvaguardar la privacidad y la seguridad de los datos personales al tiempo que garantizar a los usuarios el control sobre los mismos. Pero al mismo tiempo, debe permitir a las compañías aprovechar el potencial que brinda la futura economía de datos respetando siempre los derechos de los ciudadanos sobre sus datos”, así se refiere Telefónica a este proyecto. ¿Lo lograrán?
