Aunque cada país presenta particularidades hay consenso en la región por parte de operadores de la necesidad de cambios que favorezcan su desempeño en el mundo de las telecomunicaciones. La simplificación regulatoria es una de las premisas más perseguidas por las empresas y siempre aparece en algún ítem en las recomendaciones que presenta la industria a los gobiernos.
“Las políticas deben planificarse con objetivos claros, principios generales y ser a prueba de futuro. El primer paso debería ser una reforma orientada a la simplificación regulatoria que puede conducir a la expansión del sector y la conectividad. La tecnología siempre avanzó más rápido que las políticas y es por eso que es fundamental simplificar los marcos actuales y enfocarse en principios generales, orientados a robusteces la seguridad jurídica, con intervenciones ex post cuando sea necesario”, señalaba GSMA al nuevo presidente de El Salvador antes de las elecciones en ese país.
El pedido de la industria fue oído por algunos países y la Comisión de Regulación de las Comunicaciones de Colombia (CRC) eliminó una de cada cuatro reglas que eran parte de su normativa. Ahora se sumó al listado República Dominicana.
El regulador local, Indotel, derogó resoluciones con el ojo puesto en “reducir barreras y trabas regulatorias”. Sacó del listado cuatro normas que consideraba obsoletas y redundantes, tres de ellas en acuerdo con la industria y otra por observaciones del Tribunal Constitucional. Entre los puntos eliminados se encuentran conceptos como servicio de correo de voz, preservación de datos por parte de operadores y delitos tecnológicos.
La regulación debe cambiar conforme se modifican los mercados y, en este contexto, quitarla o modificarla si ya no se adecua a la realidad parece una sana decisión que empiezan a tomar las entidades a cargo del mercado en la región, empujados por quejas constantes de los operadores. Celebran la noticia, de paso, los abogados que ejercen en la materia. Lo expuesto parece solo el principio de una idea que ya era parte del discurso y ahora empieza a trasladarse a los papeles.