Conectividad vehicular: en Europa asoma lucha entre Wi-Fi y redes móviles pero la solución puede ser híbrida

En Europa se está abriendo un nuevo foco de conflicto sobre si utilizar tecnologías en espectro sin licencia como Wi-Fi o conectividad celular para el Sistema de Transporte Inteligente y Conectado (C-ITS). La Comisión Europea aprobó una ley delegada que puso en alerta a la GSMA, la principal organización que agrupa a los operadores móviles, en una jugada que parece poner nuevamente el foco en una batalla inexistente: la de Wi-Fi versus servicios móviles.

Europa busca permitir que los vehículos “hablen” entre sí y con la infraestructura de red para mejorar la seguridad y evitar los accidentes de tráfico, además de alcanzar los objetivos de sustentabilidad y eficiencia. La idea es la misma que tienen tecnologías como C-V2X, que esperan ser el estándar de la conectividad “vehículo a todo”.

La Comisión Europea emitió una serie de especificaciones con una visión multi-tecnología con el objetivo de que los fabricantes de vehículos y operadores de carreteras, entre otros, tengan certidumbre a la hora de implementar servicios de conectividad del transporte en el continente. Se trata de una serie de requisitos de interoperabilidad entre los diferentes sistemas cooperativos para habilitar que las estaciones intercambien mensajes con otras de forma segura y sobre una red abierta. La comisión prefirió eliminar cualquier preferencia tecnológica y, en vez, especificó el uso de “tecnologías complementarias” con capacidades de baja latencia para servicios críticos y cobertura utilizando redes celulares existentes.

En concreto, la norma prevé aprovechar comunicaciones de corto alcance en la banda de 5,9 GHz para servicios críticos en tiempo real, en conjunto con tecnologías de largo alcance como 3G y 4G. Es decir, se propone un acercamiento híbrido para asegurar que las tecnologías puedan ser integradas en un mix que incluya las redes y tecnologías actuales, así como las futuras redes LTE-V2X y 5G.

Sin embargo, para GSMA esto significa que Europa prefiere tecnologías “obsoletas” como Wi-Fi para los vehículos conectados, en vez de esperar que maduren soluciones como C-V2X y 5G. “La GSMA pide a los Estados Miembros y el Parlamento Europeo que rechacen la propuesta en favor de la tecnología Wi-Fi para conectar los automóviles en Europa y que mantengan la flexibilidad para impulsar el desarrollo de tecnologías más avanzadas como la conectividad celular V2X”, apunta en un comunicado. Incluso, señala que la decisión, en vez de fomentar el despliegue de la 5G, lo dificulta.

El comunicado de GSMA no sorprende porque se espera de este tipo de organizaciones que aboguen por el uso de tecnologías móviles por sobre otras alternativas. Sin embargo, falla en olvidar que las redes móviles del futuro, especialmente la 5G, deberán ser híbridas —la famosa HetNet—, para poder abarcar todos los casos de uso que se esperan de ellas. De hecho, la convivencia entre Wi-Fi y 5G se está estrechando luego de una enemistad que parecía haber sido superada.

Tanto los operadores móviles miembros de GSMA —y así lo hacen saber en el comunicado— como la Comisión Europea están a favor de una legislación que permita impulsar la conectividad de los automóviles, con todas las ventajas que eso conlleva. Elegir la tecnología que conectará esos vehículos, no obstante, probablemente no dependa de una ley —que además parece querer fomentar el uso de múltiples tecnologías— sino de que haya mercado y escala suficiente para su despliegue. DSRC, una red dedicada de corto alcance que se intentó impulsar para la conectividad celular —y que curiosamente operaría en 5,9 GHz—, no parece haber tenido suficiente aceptación en la industria que ahora se inclina por C-V2X.

Es probable que sea cierto, como dice GSMA, que la norma falle en tener en cuenta avances que ya son significativos en el área de C-V2X —la especificación habla de ella como una tecnología que se tendrá en cuenta recién en el futuro cuando, en realidad, ya existen pruebas comerciales de ella— y que podría estar atando algunas cuestiones a ciertas tecnologías, como cuando especifica el uso de la banda de 5,9 GHz o, dice GSMA, Wi-Fi en su versión 802.11p. Sin embargo, también es cierto que la propia organización de operadores móviles falla en dar a entender que las tecnologías en espectro sin licencia sean una opción enfrentada a las licenciadas.

Quizás, si GSMA se hubiera limitado a defender el uso de C-V2X en vez de aprovechar la jugada para desprestigiar a Wi-Fi —una tecnología que parece que se quedará por más tiempo del que se esperaba y que inevitablemente tendrá que integrarse con las redes móviles— ni siquiera hubiéramos hecho este artículo.

La organización de operadores subraya que se perderán miles de millones de euros en inversiones de infraestructura obsoleta —y es verdad que podría haberse esperado para que la regulación tome en cuenta tecnologías mucho más avanzadas como C-V2X, 5G o incluso Wi-Fi 6 que estarán pronto en el mercado—, pero obvia que, de desplegarse Wi-Fi para la conectividad vehicular, esa infraestructura podría integrarse con 5G en el futuro. Al menos, eso es lo que esperan organizaciones como Wireless Broadband Alliance y sus pares de NGMN.

Leticia Pautasio es periodista y Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Quilmes (Buenos Aires, Argentina). Durante su carrera profesional se desempeñó en gráfica, radio y medios de comunicación en línea. Desde 2009 se especializa en tecnología, telecomunicaciones y negocios; cubriendo la realidad del sector en América latina. En 2013 obtuvo el diplomado "El Periodista Latinoamericano como agente y líder en el desarrollo social" del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (México). Contacto: [email protected]

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