La Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) registró que 9.486 prestadores de pequeño porte (PPP) brindan servicios de banda ancha en Brasil, lo que significa que hay 17 por cada 10 municipios. El número de empresas de este tipo creció 68 por ciento en los últimos tres años y se incorporaron dos por día durante 2018. El cambio en las condiciones para la denominación de PPP por parte del regulador hizo crecer la cifra de participación de estas empresas de 18,4 por ciento a 26,4 por ciento.
En noviembre de 2018 Anatel aplicó cambios al concepto de pequeño proveedor y, desde entonces, pasaron a entrar dentro de esa denominación todas las compañías con participación menor al cinco por ciento del mercado. En banda ancha fija forman parte de la lista todas excepto Claro (30 por ciento), Vivo (24,3 por ciento) y Oi (19,2 por ciento). Hasta ese momento se consideraba así a quienes no contaban con más de 50.000 clientes. Para los proveedores pequeños brasileños rigen reglas preferenciales en cuestiones como trámites y créditos para la ejecución de proyectos.
El número de accesos totales ascendió a 31 millones como producto de un crecimiento sostenido de 12,8 por ciento anual en la última década. Según un informe del regulador, Brasil ostenta la sexta posición en el mundo en cuanto a cantidad de abonados totales. Se ubica detrás de países como China y Japón según datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) a 2017. Sin embargo, en penetración ni siquiera aparece entre los primeros 20, pues su 13 por ciento está muy lejos del 50,2 por ciento de Gibraltar o el 49,7 por ciento de Mónaco.
En cuanto a la tecnología, se observa un fuerte crecimiento de la fibra óptica, aunque todavía no es suficiente para que escale más arriba del tercer puesto: su participación de 18,5 por ciento. xDSL todavía se mantiene en la cima, con el 41,9 por ciento, seguido de cable módem, con el 30,6 por ciento. El primero cayó drásticamente y el otro aumentó su participación en la última década. Los accesos satelitales se quedaron al cierre de 2018 con un 0,6 por ciento de participación, lo mismo que la fibra hace 10 años, entre otras formas de acceso.
El incremento en la fibra óptica no viene solo del lado de los suscriptores que utilizan esa tecnología para conectarse, sino en el número de municipios cubiertos. Ahora hay fibra desplegada en 3.589 municipios de los 5.700 con los que cuenta Brasil. Se incorporaron 138 en los 12 meses de 2018, poco más de 10 cada 30 días. El despliegue de los operadores permite hablar de que el 64,4 por ciento de las ciudades tienen fibra y que en esos sitios vive el 89,4 por ciento de la población brasileña. Oi destaca sobre el resto, pues desplegó en 2.235 municipios, más que ninguna otra empresa.
La mayoría de los suscriptores, el 31,5 por ciento, accede a una velocidad de entre 2 y 12 Mbps. En tanto, el 26,1 por ciento lo hace a una velocidad superior a 34 Mbps. San Pablo y el Distrito Federal se presentan como las unidades federativas con mejor velocidad promedio gracias a, en parte, el despliegue de fibra en la mayor parte de municipios que las componen —90,5 por ciento y 100 por ciento del total respectivamente—. El promedio país en velocidad es de 24,6 Mbps.
En cuanto al costo, contratar 1 Mbps por un mes cuenta en Brasil 3,5 reales (0,89 dólares). La cifra es apenas superior a lo informado en 2017 pero inferior a cualquier otro registro de los últimos ocho años. Para esta muestra se tomaron las cinco empresas con más suscriptores del país. Dentro de ellas el de promedio más económico es América Móvil, con promedio de 2,7 reales (0,69 dólares), y el más costoso es Sercomtel, con 5,5 reales (1,4 dólares).
La evolución de los operadores pequeños fue clave para que a la fecha el 53,6 por ciento de los municipios brasileños cuenten con entre cinco y ocho proveedores de banda ancha fija. El 21,8 por ciento tiene entre uno y cuatro, el 15,5 por ciento entre nueve y 12 y el 9,1 por ciento restante tiene una competencia de más de 12 compañías. Esto se explica porque en ese pequeño porcentaje de municipios viven 125,8 millones de brasileños o el 60,4 por ciento del total.
