Un nuevo punto de acceso de conectividad internacional se inauguró este lunes, 15 de abril, de la mano de cinco empresas. Se trata de la Red Capricornio, una infraestructura de fibra óptica de más de 15.000 kilómetros que se extenderá de Chile hasta Brasil, pasando por el norte argentino.
La nueva infraestructura es el resultado de la interconexión de las redes de cinco organizaciones —Silica Networks (compañía con presencia en Argentina, Brasil y Chile), Ecom (Argentina), Ampernet Telecom (Brasil), Marandu Comunicaciones (Misiones) y Refsa Telecomunicaciones (Argentina)— y la construcción de algunos tramos complementarios. De esta forma, se crea una infraestructura de fibra óptica regional de alta capacidad con el objetivo de mejorar la conectividad no sólo del norte de la Argentina, sino también del norte chileno, el sur de Brasil y, en un futuro, Bolivia y Paraguay.
En el primer tramo, la red completó la unión de las provincias de Chaco, Formosa y Misiones en Argentina con Brasil, a través de la frontera entre la localidad de Bernardo de Irigoyen (Misiones) con las ciudades de Dionisio Cerqueira (Santa Catarina) y Barracão (Paraná), completando la salida al Océano Atlántico vía Pato Branco, San Pablo, Río de Janeiro y Fortaleza, desde donde la red se conectará a los cables submarinos que aterran en Brasil.
En una segunda etapa, que ya se inició, la Red Capricornio completará su trayecto hacia el Oeste para cruzar a Chile y conectar al Pacífico a través del Paso de Jama, uniendo la Región de Antofagasta con la provincia de Jujuy. Aún no se conecta con Bolivia y Paraguay, pero, al llegar en varios puntos cerca de la frontera, se espera que el próximo paso sea abrir nuevos puntos de conectividad para que los dos países mediterráneos tengan una nueva ruta de salida internacional. En concreto, se espera que, una vez finalizado el proyecto, se beneficien de la infraestructura unas 26 millones de personas de cinco países.
Este nuevo punto se suma al recientemente inaugurado en el sur de Argentina hacia Chile a través de la cordillera, también de la mano de Silica y otras compañías regionales. De esta manera, se espera mejorar la conectividad, reducir los tiempos de latencia y abaratar, todavía más, los precios mayoristas. La estatal Arsat mantiene el mega a 10 dólares en aquellos lugares a dónde llega su red, ¿podrá la competencia bajar todavía más ese valor?
