Con diferentes estrategias, operadores buscan conectar el parque de automóviles en circulación

El vertical de automóviles conectados es posiblemente uno de los más atractivos para el mercado Internet de las Cosas (IoT). El parque automotor global es más que interesante en sí mismo —se estima cerca de 1.000 millones de vehículos de pasajeros en el mundo— y, sumado a las posibilidades de servicios de valor agregado al conectar estos vehículos a Internet, se abre un abanico de oportunidades que ninguna compañía quiere despreciar. De acuerdo con cifras de Counterpoint Research publicadas a finales de 2018, el mercado de automóviles conectados crecerá un 270 por ciento hacia 2022 hasta alcanzar más de 125 millones de pasajeros conectados con sistemas embebidos en los automóviles.

Uno de los pioneros fue General Motors, que dos años atrás ya tenía 220.000 vehículos conectados en el Mercosur. Luego lo siguieron las marcas premium como BMW, Audi y Mercedes Benz.

La oportunidad de mercado, la lenta tasa de recambio de automóviles y el hecho de que aún son pocos los modelos que tienen incorporados sistemas embebidos, hacen que aparezcan otros actores capaces de ofrecer un servicio similar sin necesidad de esperar a que el fabricante instale un dispositivo en el próximo modelo de automóvil 0 kilómetro.

Telefónica España, por ejemplo, decidió no esperar a que los fabricantes de automóviles incluyan la posibilidad de conectarse a Internet en sus vehículos y, en cambio, introdujo un dispositivo que permite conectar el automóvil —al menos la mayoría de los fabricados desde 2004 en adelante— a una red celular, con el objetivo de hacerlo “más seguro e inteligente”.

La propuesta que Telefónica presenta en España se llama Movistar Car y tiene un precio de alta de 20 euros con una cuota mensual de tres euros, con una promoción de la instalación y los primeros tres meses bonificados si se adquiere el servicio antes del 31 de diciembre.

Los servicios no difieren de lo que Chevrolet está ofreciendo con su plataforma OnStar: localización y navegación, llamadas de emergencia en caso de impactos, programación de revisiones y mantenimiento, alertas de fallas y conectividad Wi-Fi dentro del automóvil. El servicio ofrece una bolsa de 3GB al mes para navegar, con un límite de hasta cinco dispositivos que pueden conectarse al automóvil.

Movistar recién está anunciando la comercialización, pero el producto está disponible para reservas desde diciembre de 2018. Desde entonces, la compañía ha recibido 15.000 solicitudes para adquirir el dispositivo, lo que demuestra cierto interés del público español por contar con los servicios del automóvil conectado.

La propuesta de Telefónica puede ser novedosa para el público español pero no es una idea innovadora en el mercado. Ya en Uruguay su par Antel presentó un producto para equipar a  los vehículos con conexión inalámbrica a Internet, así como sensores que permitan enviar y recibir señales referentes a su funcionamiento o del entorno. En este caso, el servicio estaba pensado para la flota de vehículos de alquiler de Europcar.

Mientras tanto, en Argentina una compañía especializada en seguimiento de automóviles y seguridad, Lo Jack, lanzó hace un año su solución Strix, en alianza con el operador Claro, que permite capacidades muy similares a las que Telefónica ofrece en España con Movistar Car.

Los operadores tienen asegurado el negocio de la conectividad con IoT pero buscan ascender en la cadena de valor. A través de alianzas —como Claro en Argentina— o la creación de soluciones —como las desarrolladas por Antel o Telefónica—, intentan captar un mercado que quedó desatendido por los fabricantes, que se enfocan en los modelos de automóviles más nuevos. El mercado está en pañales y nadie quiere quedarse afuera.

Leticia Pautasio es periodista y Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Quilmes (Buenos Aires, Argentina). Durante su carrera profesional se desempeñó en gráfica, radio y medios de comunicación en línea. Desde 2009 se especializa en tecnología, telecomunicaciones y negocios; cubriendo la realidad del sector en América latina. En 2013 obtuvo el diplomado "El Periodista Latinoamericano como agente y líder en el desarrollo social" del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (México). Contacto: [email protected]

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