El regulador brasileño Anatel aprobó el Plan Estructural de Redes de Telecomunicaciones (PERT), que tiene entre sus objetivos ampliar el alcance de la fibra óptica y garantizar el acceso de todos los brasileños a servicios móviles 3G o superior. El proyecto recibió 92 contribuciones de empresas, organismos, fabricantes y personas físicas durante el período de discusión que llevó más de un año.
El documento toma como referencia que el país contaba a 2018 con 3.542 municipios atendidos con fibra óptica aunque un estudio presentado por el propio regulador unos meses antes habla de que son 3.589. El objetivo es ampliar la tecnología para reducir el déficit actual de entre 2.026 y 2.111 ciudades todavía sin fibra, según el cálculo que se tome. En los casos en que no sea posible debe ofrecerse servicios con conexiones de alta capacidad por satélite u otros medios, indicó la entidad.
A los recursos del sector público que se destinarán a estas metas se sumarán los despliegues de las empresas privadas. Prácticamente todas las firmas del país han anunciado proyectos que involucran fibra óptica. Según datos oficiales, Oi es la que más municipios alcanza con la tecnología, pues tiene presencia en 2.235 municipios. El podio lo completa Vivo, con 1.214 y la mezcla de los nucleados en Abrint y Abramulti, que alcanzan a 993. TIM ocupa el sexto lugar, detrás de Copel y Telebras.
Para la telefonía móvil la idea es “expandir las tecnologías 3G y 4G”. Primero se buscará llegar con 3G o superior a distritos que no cuentan con cobertura móvil, lo que beneficiará a unas 3,8 millones de personas. Luego se trabajará en llevar 4G a todas las sedes municipales a las que todavía no llegó, lo que impactará a 11 millones de brasileños. El tercer ítem prevé la cobertura de 3G o superior en carreteras y zonas rurales.
Además de la implementación de “redes de comunicación para servicios públicos esenciales como la educación, investigación, salud, seguridad pública y defensa”, también se buscará mejorar la velocidad de conexión en 1.059 municipios que, aunque son alcanzados por fibra, acceden a una velocidad media inferior a 5 Mbps. El promedio nacional es de 24,6 Mbps, que ubica a Brasil en quinto lugar de Latinoamérica aunque con la mitad del promedio en Chile.
Anatel propone algunas posibles fuentes de financiamiento de este proyecto, entre ellos recursos a partir de la revisión de los modelos de concesiones, los términos de ajustes de conducta (TAC), los pagos obligatorios a los que están sujetos los prestadores de servicio y el Fondo de Universalización de Servicios de Telecomunicaciones (FUST). Justamente el consejo del regulador también aprobó la propuesta de revisión del fondo FUST para complementar su análisis con la revisión de la ley general sectorial y simplificar las reglas que rigen para su aplicación.
