Los desafíos de Latinoamérica en materia de espectro van más allá de la adjudicación

Latinoamérica se encuentra rezagada en la entrega de espectro para servicios móviles al tomar como referencia los valores necesarios que sugiere la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). Este tema gana relevancia en casi cada uno de los debates que tiene el sector, más cuando se piensa en lo que sucederá en el corto plazo, cuando 5G gane protagonismo en los hechos más que en los papeles. Un estudio de 5G Américas puso énfasis en que la asignación es solo uno de los pasos en lo que debe trabajar la región en materia de espectro, pues también hacen falta hojas de ruta que definan, por ejemplo, cómo proceder a su limpieza y cuánto tiempo hace falta para que los adjudicatarios puedan usarlo.

La región, que a diciembre tenía una participación 4G cercana al 40 por ciento, ha mostrado avances hacia 5G. En materia de espectro varios de los países han presentado su hoja de ruta, anunciado licitaciones de espectro compatible para la nueva tecnología o iniciado procesos de reordenamiento de espectro. La región “muestra una gran diversidad en la materia. Las diferencias no se limitan a reglas distintas entre los 20 países, es frecuente encontrar dentro de un mismo país que las reglas sean modificadas de un proceso a otro”, añade el informe, que pone énfasis en que en cada asignación deben considerarse “todos los elementos para evitar errores”.

En el contexto actual “es imperativo contar con nuevo espectro, junto con un mayor nivel de armonización del mismo, para una expansión continua de los servicios móviles de los ciudadanos de la región y la obtención  de los máximos beneficios de la adopción de la tecnología móvil”, añade el estudio titulado Estado de las bandas de espectro radioeléctrico en América Latina: 600 MHz, 700 MHz, 2300 MHz, 2500 MHz y 3500 MHz. Esto teniendo en cuenta que varias de los segmentos consideradas para desarrollar el entorno 4G  y poner cimientos de 5G están en uso por otros servicios y que su aprovechamiento exigirá un reordenamiento.

En Latinoamérica algunos países ya respaldan el uso de la banda de 600 MHz para móviles, pero esto todavía no se ha plasmado en lanzamientos comerciales. Se trata de Chile, Colombia, Guatemala, Honduras, Nicaragua, México y República Dominicana. Este espectro puede brindar más capacidad para servicios móviles en bandas bajas con miras a ofrecer mayor cobertura en zonas rurales y penetración superior en espacios interiores. “Las administraciones deben hacer seguimiento al desarrollo de la banda en las diferentes regiones y definir planes de largo plazo ajustados a los avances y niveles de adopción en otras regiones”, sugiere el informe.

La banda de 700 MHz, en tanto, ha sido atribuida para servicios móviles en varios países pero “la mayoría de los gobiernos han actuado muy lentamente en la puesta a disposición de ese espectro para esos servicios”, advierte. Aunque la región avanzó en la transmisión de señales televisivas digitales terrestres, la mayoría no concluyó el apagón analógico, lo que complejiza su uso. Sobre esta banda, 5G Americas concluye que las asignaciones pendientes deberían tener en cuenta esta situación además de que, al momento de adjudicarla, debe valorarse la ampliación de cobertura más que la maximización del recaudo por parte de las administraciones públicas.

La banda de 2300 MHz, en tanto, tiene una particularidad en esta parte del mundo: la mayoría de las naciones han atribuido esa parte del espectro para servicios móviles,  pero no se realizaron licitaciones o asignaciones. Perú, por ejemplo, acaba de aprobar su reordenamiento. Aquí resulta más fácil decir qué países están fuera de la lista: Argentina, Bolivia, Chile y Uruguay. En este caso, avanzar resulta clave porque “dicha banda será crucial para la capacidad del 4G”.

Sobre 2500 MHz se indica que funciona para “atender la demanda creciente de banda ancha móvil por sus características de transmisión bidireccional de datos”. Necesita más estaciones base que otras bandas y suele utilizarse en zonas de mayor densidad poblacional. Es una banda a limpiar porque está mayormente ocupada por operadores para servicios de TV paga. A pesar de esto, ya varios países de la región han comenzado a desplegar servicios LTE sobre esta banda y su extensión será útil para facilitar la agregación de portadoras con 700 MHz y AWS.

La banda de 3500 MHz, en tanto, “suele estar en uso pero subutilizada”, lo que representa un desafío en cuanto a reordenamiento. En este contexto, se concluye que “es necesario que las administraciones hagan seguimiento al desarrollo tecnológico de la banda para atribuirla y asignarla en los momentos adecuados del desarrollo tanto de la tecnología como del mercado”, indica el estudio. Esta porción de espectro aparece en varios de los planes que presentaron los distintos países de la región en el camino hacia 5G.

En paralelo, el informe señala que no resulta conveniente en este contexto avanzar en prácticas como la reserva de espectro para nuevos entrantes, pues su uso “ha demorado potencialmente la actualización tecnológica de los operadores presentes”. La clave, concluye, es garantizar el acceso de la industria móvil a licencias en tiempos adecuados, con condiciones y precios que permitan las inversiones necesarias.  Para lograr los objetivos planteados, o al menos acercarse lo más posible a ellos, será fundamental “evitar errores del pasado” y, más aún, planificar.

Nicolás Larocca es Técnico Superior en Periodismo (TEA) y Locutor Integral (ISER). Durante su carrera profesional se desempeñó en diferentes medios radiales, digitales y en gráfica como productor de contenidos, redactor y analista. Tiene conocimientos en comunicación interna, deportes, bancos y seguros, y desde 2013 se especializa en el mercado de las telecomunicaciones a escala regional.

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