Los rumores eran ciertos. El Ministerio de Ciencia, Tecnología, Innovación y Comunicaciones (Mctic) avisó a Telebras que la empresa calificó para ser incluida en el programa de asociación para inversiones del gobierno brasileño. Se estudiarán, en consecuencia, alternativas de acuerdos con privados para garantizar la sustentabilidad económico-financiera de la compañía, según señaló en un comunicado.
Además de Telebras, forman parte del paquete de empresas que pueden ser privatizadas al menos 16 firmas más, entre ellas Correos, el Centro de Excelencia en Tecnología Electrónica Avanzada (Ceitic), el Servicio Federal de Procesamiento de Datos (Serpro), la Empresa de Tecnología e Información de la Seguridad Social (Dataprev) y la Empresa Gestora de Activos (Emgea), señaló el portal local TeleSintese.
Aunque se desconoce cuánto podría llevar el procedimiento en cada caso, está prevista la constitución de un Comité Interministerial que tendrá que concluir un primer análisis en 180 días a contar desde que reciba la información necesaria para ejecutarlo. Tras el anuncio, las acciones ordinarias de Telebras se incrementaron un 64,9 por ciento mientras que las preferenciales subieron 61,9 por ciento hasta 36,9 reales (9,1 dólares).
Hace poco más de un mes, un decreto firmado por el presidente Jair Bolsonaro habilitó un aumento de capital a favor de Telebras por 1.175 millones de reales (por entonces más de 314 millones de dólares). Incluso antes de eso sonaba fuerte la posibilidad de que la compañía fuera parte del listado de “privatizables” porque sus costos se incrementaron por encima de sus ingresos y su capacidad de inversión se había visto seriamente reducida en los últimos años.
En el segundo trimestre del año Telebras incrementó sus ingresos pero informó pérdidas por 61,3 millones de reales (15,1 millones de dólares), cifra 166 por ciento peor que la informada un año atrás. A los números rojos se suman las críticas recibidas por la elección de Viasat como socio para el uso de la capacidad civil del satélite geoestacionario y las dudas sobre la ejecución de los planes gubernamentales a su cargo, entre otros puntos.
Habrá que ver ahora qué ocurre con las otras opciones que se barajaban, como que las redes terrestres sean vendidas y el satélite pase a manos del ministerio del ministerio de Defensa. Cualquiera sea el camino parece claro que Telebras entra dentro del listado de firmas estatales con problemas para sobrevivir en el complejo mundo de las telecomunicaciones, tanto así que el gobierno brasileño evalúa privatizarla.
