México: CFE Telecom ya tiene concesión, pero con algunas restricciones

El Pleno del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) aprobó por unanimidad otorgar una concesión única para uso público a favor de CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos, empresa constituida formalmente hace poco más de un mes por el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador. La compañía está habilitada a proveer cualquier servicio pero con ciertas condiciones, para evitar distorsiones del mercado.

Para la aprobación, el IFT contó con la opinión favorable de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes (SCT). La empresa productiva será subsidiaria de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y su función principal será proveer servicios de telecomunicaciones sin fines de lucro. Su constitución tiene como premisa garantizar el derecho de acceso a las tecnologías de información y comunicación, radiodifusión y telecomunicaciones a la población.

El regulador aclaró que la firma tendrá que cumplir algunas condiciones, entre las que resalta que no podrá ofrecer servicios en plazas consideradas localidades con conectividad. Estas son las que ya son atendidas por otros operadores con Internet fijo, las que ya cuentan con cobertura de tecnología 3G o superior o que están cubiertas por redes satelitales que presten servicios de internet, indicó el portal local El Economista.

La decisión, a pesar de algunas dudas que se desarrollarán luego, parece correcta a partir del caso de la Red Dorsal de Perú. Cuando se puso en marcha el tendido de fibra óptica en ese país no se tuvieron en cuenta cuestiones como competencia o aparición de nuevas tecnologías y eso derivó en la subutilización de la red que hoy pone en discusión su futuro. En ese caso, el Estado escogió a Azteca como brazo ejecutor del proyecto en una relación que hace rato no goza de buena salud.

En México la historia comienza hace varios años pero ganó en novedades desde 2017. En entonces presidente Enrique Peña Nieto presentó las bases de un proyecto de conectividad. Comenzó la búsqueda, en concreto, del socio privado que se ocuparía de usar 25.000 kilómetros de fibra que la CFE tenía en todo el país, para telecomunicaciones. En agosto de 2018 se publicó el concurso público.

El tiempo pasó y el murmullo ganó protagonismo. La propuesta inicial finalmente no superó el cambio de administración, como ocurre con muchos de los proyectos de telecomunicaciones en Latinoamérica, pues López Obrador decidió suspenderlo primero y cancelarlo después porque “desde la reforma no se contempló, no se resolvió el problema de la conectividad”, argumentó para luego repetir su objetivo de dar servicio a los 50 millones de mexicanos que no estaban conectados.

A fines de julio, el presidente mexicano señaló que estaba lista una nueva empresa estatal pero sin mayores indicios de cómo funcionaría. Unos días antes habló de que en la nueva propuesta en la que estaba trabajando contemplaría 50.000 kilómetros, el doble que antes y una cifra que parecía demasiado optimista considerando otros ejemplos en la región. No hubo muchos detalles más hasta esta semana, cuando IFT le otorgó a esta empresa la concesión única.

CFE Telecomunicaciones está obligada a establecer planes de acción transparentes y no discriminatorios y además demostrarlos ante el regulador si éste lo solicita. Además, deberá tener un registro previo por cada servicio que comience a ofrecer. En tanto, la concesión “no otorga derechos exclusivos ni preferenciales al adjudicatario sobre la infraestructura”.

En 2016 la también estatal Telecomunicaciones de México (Telecomm) ya había recibido una concesión mayorista con el uso de los hilos de fibra de la CFE, justamente como paso previo a la posterior búsqueda de un socio privado en el marco del proyecto de Red Troncal. Sobre este punto, el IFT se ocupó de aclarar que esa concesión no establece derechos de exclusividad.

La respuesta positiva que el IFT dio en las últimas horas responde a que “aún con los esfuerzos realizados por diversas instancias públicas y privadas, los servicios todavía no son accesibles para todos los habitantes del país”, señaló en un comunicado. Tampoco hay dudas, al menos no por ahora, sobre el presupuesto, pues el dinero previsto para la ejecución de proyectos de la CFE sería suficiente para alcanzar los objetivos planteados.

Fuera de las dudas saldadas, quedan algunas incógnitas: la red no fue diseñada para fines en telecomunicaciones sino para electricidad, llevar fibra a pequeñas poblaciones podría ser más caro que lo previsto y no hay una agenda digital que sustente, de certidumbre y asegure la coordinación necesaria para que este proyecto funcione, resumieron analistas en declaraciones tomadas por El Universal.

Así las cosas, el gobierno local tiene motivos suficientes para buscar herramientas de universalización de servicios. La idea, aunque con algunos pasos torpes, parece tener saldada la materia espíritu pero, claro, de buenas intenciones está empedrado el camino al infierno. México deberá entonces responder las nuevas preguntas que surgen sobre el tema en lo que hoy parece la llave que determinará el éxito o fracaso. El contador, en tanto, sigue sumando minutos en contra de los todavía no conectados.

Nicolás Larocca es Técnico Superior en Periodismo (TEA) y Locutor Integral (ISER). Durante su carrera profesional se desempeñó en diferentes medios radiales, digitales y en gráfica como productor de contenidos, redactor y analista. Tiene conocimientos en comunicación interna, deportes, bancos y seguros, y desde 2013 se especializa en el mercado de las telecomunicaciones a escala regional.

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