Con los papeles terminados, Millicom empieza a hablar de sus proyectos como compañía convergente en Panamá. Invertirá para cumplirlos 750 millones de dólares en cinco años, lo equivalente a 150 millones de dólares cada 12 meses. El dinero se destinará a “una infraestructura de red de última generación, centros de datos de vanguardia, espectro y más servicios”, indicó su CEO, Mauricio Ramos, en un comunicado.
La compañía completó hace algunos meses la adquisición del 80 por ciento del operador local líder de TV paga Cable Onda, por unos 1.000 millones de dólares. A esto se agregó la reciente operación por la que se quedó con la filial panameña de Telefónica, por lo que pagó poco menos de 600 millones de dólares. En total la firma asegura que desembolsó en el país más de 2.000 millones de dólares el año pasado.
“Este es un hito en nuestro proceso de crecimiento. Hoy dimos la bienvenida al equipo que se ha conformado Movistar en el país para ser líder en el mercado móvil. Su combinación con el equipo de Cable Onda nos encuentra mejor posicionados para proporcionar a los panameños los servicios fijos y móviles de alta calidad que esperan”, agregó el ejecutivo.
Según datos oficiales, Panamá significó a Millicom unos 99 millones de dólares en ingresos en el período abril-junio, lo equivalente a poco más del seis por ciento del total facturado por la compañía en el trimestre. El Ebitda local se ubicó en 47 millones de dólares, con un margen de 47,1 por ciento. Alcanzaba por entonces a 452.000 hogares locales –que se traduce en unos 350.000 clientes–, a los que agregará unos 1,6 millones de suscriptores móviles provenientes de Movistar.
Los planes de Millicom en Panamá no son distintos que los que pretende completar en todo Latinoamérica. La empresa expuso directamente que la región sería su foco central en los próximos años y lo demostró abandonando todos los mercados en los que participaba fuera del bloque, a excepción de Tanzania, en África. Allí cuenta con 11,8 millones de usuarios, según figura en su página Web.
En la región, en tanto, participa en nueve mercados: Bolivia, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y Paraguay. Ofrece servicios convergentes en todos ellos, situación que fue posible gracias a la incorporación de clientes móviles de Telefónica en Panamá, como ya se dijo, Nicaragua y Costa Rica. En este último caso la operación todavía no se completó pero ya cuenta con el visto bueno de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel).
Esta suerte de nueva imagen de Millicom se viene gestando hace tiempo pero se observó con más fuerza este año. En enero, la empresa dio por terminadas las negociaciones de fusión que mantenía con Liberty Global. Desde entonces, robusteció su presencia en Centroamérica, agregó inversiones en algunos mercados como El Salvador, y se esfuerza para mostrarle a todos, con dichos y con hechos, que está lista para mantener con flecha hacia arriba sus negocios en Latinoamérica.
