Un informe de Capgemini alertaba que el 47 por ciento de las compañías a nivel global estaban interesadas en desplegar sus propias redes 5G de forma privada. En ese momento, nos preguntábamos si se trataría de un modelo viable o si la mejor alternativa sería que sean los operadores los que hagan el despliegue de forma masiva —por supuesto que esta es la alternativa que ellos prefieren—. Justamente, el hecho de que exista una única red 5G que brinde servicios a esas empresas —en vez que sean ellas mismas las que desplieguen la infraestructura— parece ser la alternativa más eficiente. Sin embargo, no es necesariamente la única.
Chile acaba de lanzar un proyecto de consulta pública para poder entregar licencias limitadas para 5G con el objetivo de que el sector industrial pueda desarrollar la tecnología. “Es del máximo interés de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) que, como ha ocurrido en otras experiencias comparadas, sean las propias empresas productoras quienes desarrollen e implementen las soluciones tecnológicas que demanden sus respectivos campos de negocio”, señala el organismo regulador en la consulta. Para ello otorgaría algunos permisos limitados de telecomunicaciones con el objetivo de “potenciar el desarrollo tecnológico del sector minero, portuario, agroindustrial, de transporte y otras operaciones de similar escala”.
Todavía no existen detalles sobre cómo planea implementar la Subtel este proyecto. La consulta pública publicada parece ser solo el primer paso en el que esperan, al menos, entender cuáles son las expectativas de los posibles interesados. Por ejemplo, se consulta sobre qué tipo de bandas son de interés —1700/2100 MHz, 3,5 GHz o28 GHz figuran entre las posibles a ser licitadas— y qué tipo de aplicaciones y sectores productivos podrían requerir de la infraestructura 5G.
A juzgar por los papeles, nada está concreto y la consulta pública, funciona más como un modo de relevar cuál es el interés real de las compañías por desplegar redes privadas 5G. Del lado de los operadores el interés existe, sólo falta la decisión política y judicial para que se destraben aquellas barreras que hoy tienen al mercado en pausa.
