Kubernetes genera gran entusiasmo, ¿es realmente el futuro en un ambiente tecnológico heterogéneo?

KubeCon + CloudNativeCon North America – Kubernetes es el modelo de desarrollo que reinará en el futuro. Al menos, ese es el mensaje que parece llegarnos desde KubeCon + CloudNativeCon North America, el evento organizado por Cloud Native Computing Foundation (CNCF).

El logo con los siete radios aparece en cada uno de los stands de los patrocinadores del evento y, probablemente, cada frase que se dice en las sesiones de la conferencia contiene la palabra Kubernetes. Nadie duda aquí que todas las aplicaciones deberán correr sobre contenedores en el futuro.

El entusiasmo por Kubernetes se ve reflejado en el crecimiento del evento. En el primer KubeCon, realizado en 2015, hubo únicamente 550 personas. Hoy, sólo la versión que se hace en Norteamérica reúne  esta semana a 12.000 personas en San Diego.

Además, en el tercer trimestre de 2019, CNCF sumó 56 nuevos miembros y ahora ya ostenta más de 500 miembros dentro de la organización, lo que demuestra que las tecnologías nativas en cloud y basadas en software libre están ganando, cada vez, mayor interés.

Sin embargo, cabe preguntarse si el entusiasmo que aparece en el evento es real o si, en realidad, se trata de obra del hype, que busca generar interés en una tecnología que llega para poner en jaque todas las anteriores.

La promesa de Kubernetes es simplificar el desarrollo de las aplicaciones y ganar eficiencias al tener dentro de pequeños contenedores todos los elementos necesarios para correr una aplicación. Las ventajas de este modelo son variadas: eficiencias, automatización, escalas, velocidad en el desarrollo y la capacidad de actualizar una parte sin tener que generar un apagón de toda la aplicación aparecen como algunas de las ventajas que suelen mencionarse.

Quizás por esta razón es que el ecosistema está en franco crecimiento y ganando interés entre empresas, usuarios y, también, proveedores. CNCF anunció durante KubeCon que ha sobrepasado los 100 proveedores con productos certificados por la organización. Y esto es de vital importancia porque en un mundo de código abierto, la certificación intenta asegurar que cada versión de los productos esté en línea con lo trabajado en la comunidad y soporte las APIs requeridas para que los usuarios puedan tener una experiencia estable.

En este contexto de entusiasmo es que CNCF y Linux Foundation esperan abarcar nuevos espacios. Las organizaciones aseguran ser “mucho más que Linux” y apuntan al trabajo que realizan en seguridad, redes (dónde resaltan ONAP y OPEN DayLight), la nube, la industria automotriz y blockchain.

En este camino, las telecomunicaciones empiezan también a ser de interés porque los operadores ya comenzaron a mirar de cerca Kubernetes. Openshift, la plataforma de contenedores de Red Hat, por ejemplo, ya ha sido prácticamente aceptada por la mayoría de los operadores para sus necesidad de IT y red. Sin embargo, señala la compañía, “todavía hace falta que los operadores entiendan que pueden utilizar los contenedores no solo en su operación sino también entregarlos a terceros”. Este modelo, en el que los operadores podrían desplegar aplicaciones en contenedores para casos de uso de edge computing o IoT, es lo que permitiría desplegar todo el potencial de Kubernetes para generar nuevas capacidades y negocios al operador.

Desplegar Kubernetes, no obstante, no es tarea fácil. El proyecto requiere de determinar los casos de uso de la tecnología, generar el cambio cultural dentro de la organización pero, además, tener los recursos humanos necesarios para poder trabajar en este tipo de iniciativas, un punto que puede ser una barrera para los operadores de menor envergadura.

Para los operadores más grandes, Kubernetes ya es una realidad: Verizon, por ejemplo, se propuso llevar a contenedores el 50 por ciento de las cargas de trabajo hacia 2020. Sin embargo, la tarea demandó revisar la metodología debido a políticas estrictas de seguridad que prohibían a los desarrolladores correr aplicaciones de manera local. Así, primero se evaluó correr Docker —la plataforma de contenedores— en contenedores, lo que se tradujo en problemas de performance, mayores costos de operación e impacto en la velocidad de creación de aplicaciones. Con algunas herramientas, Verizon logró descubrir el camino para garantizar la seguridad y, al mismo tiempo, desarrollar aplicaciones sobre contenedores y aprovechar todas sus ventajas. Sin embargo, el camino no fue fácil y demuestra que se debe planear bien e ir paso a paso en el proceso de innovación. 

Kubernetes y contenedores aparecen como el camino lógico a seguir por los operadores que se apoyen en el código abierto y busquen ser mas rápidos en el desarrollo. Sin embargo, aunque eso parecen hacernos creer, no todo podrá ser trasladado a Kubernetes. La tecnología llega para ayudar a los operadores a poder resolver ciertos problemas pero no para reemplazar todo el stack de tecnología que ya tienen desplegado. El éxito está en encontrar el balance en un ambiente que será, inevitablemente, híbrido.

Leticia Pautasio es periodista y Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Quilmes (Buenos Aires, Argentina). Durante su carrera profesional se desempeñó en gráfica, radio y medios de comunicación en línea. Desde 2009 se especializa en tecnología, telecomunicaciones y negocios; cubriendo la realidad del sector en América latina. En 2013 obtuvo el diplomado "El Periodista Latinoamericano como agente y líder en el desarrollo social" del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (México). Contacto: [email protected]

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