Hondutel busca en el BID el antídoto para salvar finanzas que la conducen a la muerte

La esperanza es lo que último que se pierde y sobre las bases de esta premisa el presidente del Sindicato de Trabajadores de Telecomunicaciones de Honduras (Sintratelh), Orlando Mejía Tercero, confía en que el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sea suficiente para que la estatal Hondutel logre mejorar los números rojos que hasta ahora lo conducen a la muerte. Es un camino más dentro de una serie de alternativas que hasta ahora no fueron suficientes para hablar con optimismo del futuro del operador.

Mejía Tercero detalló al medio Hondudiario que el banco internacional considera que la empresa telefónica tiene una estructura robusta y que será suficiente con inyectarle algún capital para amortiguar la crisis y, a partir de allí, avanzar en un plan para que, por ejemplo, llegue a sitios rurales hasta ahora no atendidos. “Nosotros lo vemos como un buen suceso y esperamos voluntad política para que se ejecute porque de lo contrario la empresa va hacia la quiebra”, agregó. El proyecto está marcado para 2020, aunque sin fechas precisas.

La crisis en la que está envuelta la estatal de telecomunicaciones ya tiene largo rato y las opciones que se barajaron para atravesarla hasta el momento han quedado solo en los papeles. A 2019 la institución mantiene una pérdida acumulada de 300 millones de lempiras (unos 12 millones de dólares) como resultado de una deteriorada performance en los  mercados en los que participa y demandas por parte de ex trabajadores, entre otros motivos.

A esta altura del año pasado las autoridades indicaron que 100 millones de dólares serían suficientes para convertir crisis en oportunidad, pues con ese dinero se podría avanzar en distintas áreas de negocio, como en robustecer la red móvil y mejorar prestaciones con fibra óptica. Esta situación se da luego de un controvertido plan que incluyó despidos y cambios en los puestos de más jerarquía. Eso funcionó durante algunos trimestres pero luego se convirtió en pesadilla ante juicios millonarios.

A mediados del primer semestre de 2018, de cuando se tienen cifras oficiales, Hondutel contaba con algo más de 10.000 suscriptores móviles, porcentaje mínimo dentro de las ocho millones de líneas totales. En tanto, contabilizó 23.000 abonados a telefonía fija que no son ni el 10 por ciento del mercado y 336.000 líneas fijas.  Su capacidad de inversión se redujo como causa y consecuencia de su situación financiera, un problema que comparte con algunas otras estatales en Latinoamérica.

Las autoridades hondureñas negaron la opción de que Hondutel cierre sus puertas o bien pase a manos de un privado, en una estrategia que sería similar a lo que se busca Ecuador con su Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT). También negaron que la situación fuera tan problemática hasta que en un momento debieron admitir que entre las estrategias a corto plazo estaba la opción de conseguir financiamiento externo para robustecer inversiones.

Así las cosas, Hondutel parece envuelto en una historia crítica con final anunciado pero está dispuesto a agregar algunos capítulos más con ayuda de terceros. El BID siempre es un as en la manga ante cualquier problema en esta parte del mundo pero cualquier solución luce insuficiente para superar los problemas financieros que afectan a la estatal. La competencia y malas decisiones pusieron a la firma al borde de la muerte y su estado es cada vez más delicado. ¿Podrá superar la crisis con ayuda del BID? El diagnóstico es reservado.

Nicolás Larocca es Técnico Superior en Periodismo (TEA) y Locutor Integral (ISER). Durante su carrera profesional se desempeñó en diferentes medios radiales, digitales y en gráfica como productor de contenidos, redactor y analista. Tiene conocimientos en comunicación interna, deportes, bancos y seguros, y desde 2013 se especializa en el mercado de las telecomunicaciones a escala regional.

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