No iban desencaminados los teóricos que argumentaban, por lógica en base a la eficiencia o por certeza, que en el futuro habría solo una red nacional móvil con múltiples operadores. La teoría es muy interesante porque elimina la duplicidad de infraestructura. De la misma forma que no se construyen tres autopistas una al lado de la otra, dentro de 100 años puede parecer absurdo que se construyeran tres o cuatro redes móviles idénticas, una al lado de la otra.
Es obvio que visto desde un punto de vista de la eficiencia una sola red y múltiples operadores es la solución utópica. Una solución que, por ejemplo, México quiso poner en marcha con su red de 700 MHz, tan criticada y a la vez tan alabada, justamente por los teóricos.
La llegada de la 5G podría demostrar que las teorías sobre una sola red se siguen solidificando en hecho concretos. Por ejemplo Vodafone en el Reino Unido, quizá sin siquiera saberlo, está siendo promotor de la teoría de que, en efecto, el sector móvil tiende, aunque sea muy lentamente, a converger en una sola mega red.
Encapsulado dentro de un comunicado sobre el lanzamiento de servicios de roaming 5G en el Reino Unido, Vodafone también deslizó el lanzamiento de la primera infraestructura con tecnología MORAN (Multi Operator RAN). Esta tecnología permite a los operadores compartir de forma activa —importante este concepto— sus estaciones base, con el consiguiente ahorro en infraestructura y mobiliario urbano, además de energía, entre otros.
La compartición de infraestructura no es nada nuevo, especialmente la “pasiva”, pero MORAN introduce unas variables adicionales que hacen que sea más dinámico para los operadores que comparten la infraestructura. En caso de compartir infraestructura con esta tecnología, los operadores no podría diferenciarse como lo hacen ahora en los rankings de desempeño porque estarían utilizando exactamente los mismos equipos y deberían coordinarse con mayor precisión en sus planes de despliegue, algo que hasta cierto punto algunos reguladores pueden interpretar como una actividad que atenta contra la competencia.
Si bien inicialmente Vodafone no planea utilizar esta tecnología en zonas estratégicas del Reino Unido y su uso se limita a zonas rurales —donde ya tiene un acuerdo con O2 para compartir infraestructura desde la 4G—, la realidad es que los operadores ven sus deudas crecer —los reguladores no ayudan con los precios del espectro— y buscan formas de desplegar infraestructura con el mayor ahorro posible.
Compartir infraestructura no es una novedad en sí misma, como ya hemos mencionado, pero con MORAN se da un paso casi estratégico sobre cómo se construye una infraestructura nacional, pues solo se construye una única autopista compartida por todos los proveedores. Hoy esta tendencia es sólo en zonas rurales pero sí los operadores no le encuentran la vuelta a los ingresos y siguen viviendo del acceso ¿cómo harán para embarcarse en la 6G? Sí, ya se que suena raro hablar de la 6G a estas alturas del desarrollo de la 5G, pero es que el sector ya ha iniciado los primeros debates y encuentros para hablar de ella.
Si, además de MORAN, los operadores deciden, o les dejan, compartir también sus activos espectrales, no es difícil pensar que la teoría de una sola red no parece tan descabellada y tan solo deberíamos apostar sobre el espacio temporal en el que esta tendencia cristalice por completo.
En el año 2000 un ejecutivo de Motorola me dijo que el precio de los servicios de voz tendía a cero. Pensé que estaba loco de remate porque yo me acababa de comprar mi primer celular y el servicio de voz era carísimo. El tiempo le dio la razón.
