El cambio de oposición por oficialismo en Argentina tuvo sus consecuencias en el mundo de las telecomunicaciones, que básicamente se traducen en modificaciones de las autoridades que estarán al frente de las decisiones del sector hasta 2023. La anterior administración dejó oficinas indicando a viva voz que su premisa fue “conectar a los no conectados” y los nuevos rostros deberán ahora definir planes en el corto y mediano plazo.
Ya se ha visto en otros países de Latinoamérica que los planes a largo plazo, por lo general, no sobreviven a elecciones en las que no resulta ganador el partido que ya se encuentra al mando. Se observó esto en Brasil, donde las nuevas autoridades dijeron que echarían por tierra todas las “malas decisiones” de sus antecesores, y en México, donde el proyecto de Red Troncal se convirtió en una empresa pública denominada CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos.
Habrá que ver qué ocurre en Argentina, país en el desde diciembre volvió el kirchnerismo al poder. En un breve repaso, Alberto Fernández se convirtió en presidente por superar en primera vuelta al por entonces mandatario vigente Mauricio Macri. Su vicepresidente es nada menos que Cristina Fernández de Kirchner, que fue presidenta de los argentinos entre 2007 y 2015. También es parte del equipo Sergio Massa, que años atrás fungió como Jefe de Gabinete de Ministros de Fernández de Kirchner.
En este contexto, y bajo decreto 64/2020, se designó a Claudio Ambrosini — ligado con Massa — en el cargo de presidente del directorio del Ente Nacional de Telecomunicaciones (Enacom), organismo descentralizado en el ámbito de la Secretaría de Innovación Pública de la Jefatura de Gabinete de Ministros. Para esto, se aceptó previamente la renuncia del funcionario al cargo de director del mismo ente. También se eligió a Gustavo López como director del Enacom a contar desde el dos de enero de 2020, se indica en el artículo 4.
Ambrosini deberá trabajar a la par de la secretaría de Innovación Pública, que está a cargo de Micaela Sánchez Malcolm, y de la subsecretaría de Telecomunicaciones, a cargo de Martín Olmos. Según iProfesional, éste último ya mantuvo las primeras reuniones con ejecutivos de los operadores de telecomunicaciones con la idea de plantear objetivos y definir rumbos de cara a lo que viene: previsibilidad jurídica, espectro, inversiones y 5G son algunos de los ítems que seguramente hayan sido tildados en las primeras conversaciones.
En la última comunicación pública, las autoridades que dejaron el cargo marcaron los que para ellos fueron pasos clave en el camino transitado desde 2016: “convertir a Enacom en un ente convergente y de vanguardia”. En cuatro años el despliegue de la red 4G creció más de 400 por ciento mientras que la velocidad media pasó de 6 a 20 megas. También se “aceleró el desarrollo de telecomunicaciones y las inversiones para garantizar el derecho de todos”, defendieron.
Con varias metas por cumplir, el gobierno actual prepara el tablero para comenzar su propio juego. Por ahora, solo se habló de la vuelta del plan Conectar Igualdad, que busca dotar de recursos tecnológicos a establecimientos educativos de gestión estatal y alumnos, y que fue uno de las programas más fuertes lanzados durante la gestión Fernández de Kirchner. Con los nombres a la vista, ahora queda revisar los próximos movimientos, que estarán atravesados por las decisiones en torno a 5G.
