Aunque no es novedad que las necesidades y urgencias son cada vez más en el mercado de las telecomunicaciones, los presupuestos que los países de Latinoamérica asignan para las carteras a cargo del asunto tienden a verse afectadas por un contexto económico inestable y por prioridades ajenas al sector. Palabras como adaptación y austeridad se han oído con frecuencias en las partidas anuales en el último tiempo y Brasil ahora da un nuevo ejemplo al asunto: el presupuesto 2020 asignado para el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Innovación y Comunicaciones (Mctic) cayó 13,2 por ciento interanual.
En el año que se espera que el país ponga en marcha la licitación de espectro compatible con 5G, la cartera contará con 11.800 millones de reales (2.825,6 millones de dólares) para desarrollar sus actividades frente a los 13.600 millones de reales (3.256,6 millones de dólares) que les fueron asignados el año anterior. En contrapunto, vale señalar que la administración de Jair Bolsonaro destinó al Mctic en 2019 tres veces más dinero que lo que otorgó la gestión pasada el año anterior: en 2018 la partida había sido de unos 3.015 millones de reales (hoy 721,9 millones de dólares).
El cambio de administraciones suele ser un paso clave a la hora de hablar de recursos y presupuestos para las entidades que se ocupan del sector. En México, por ejemplo, la llegada de Andrés Manuel López Obrador trajo fuertes discusiones entre las autoridades y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) por una baja abrupta de presupuesto para el ente regulador. Esto incluyó una revisión de sueldos en sesiones especiales y una amenaza del IFT, que señalaba que el recorte ponía en serie riesgo la ejecución de objetivos previstos.
En presupuesto para la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) para 2020 será 2,4 por ciento mayor que el año pasado, indicó el portal local TeleSintese. En 2019 se le habían otorgado 593,6 millones de reales (142,1 millones de dólares) y este año contará con 607,8 millones de reales (145,5 millones de dólares). A pesar de que a todas luces parece una buena noticia, el aumento es más bajo que la inflación, que según los registros oficiales acumuló 4,5 por ciento el año pasado.
Telebras, que es una de las empresas brasileñas que podría pasar a manos de privados, contará con una partida de 734,7 millones de reales (175,9 millones de dólares). El presupuesto anual de 2020 contempla ingresos en el orden de los 1.100 millones de reales (263,4 millones de dólares) para el Fondo de Universalización de Servicios de Telecomunicaciones (Fust) y de 18,1 millones de reales (4,3 millones de dólares) para el Fondo para el Desarrollo Tecnológico de las Telecomunicaciones (Funttel).
