Desde que Telefónica anunció el spin-off de Hispanoamérica, los rumores de una posible venta inundaron los medios de comunicación. La reacción no debe sorprender porque la decisión se leía como un desinterés de parte de España por las filiales de la parte de América de habla hispana. Casi en sintonía con las declaraciones de José María Álvarez Pallete, aparecieron los rumores: casi todos los operadores que operan en la región sonaron como posibles interesados de una o parte de las operaciones de Telefónica. Sin embargo, a medida que pasó el tiempo, los analistas empezaron a inclinarse por una solución que contemplaba la capitalización de la región con el aporte de inversores o una salida a la bolsa.
Apenas unos meses atrás, la operación de Hispanoamérica se estimaba en un valor de 12.000 millones de euros. A mediados de enero, Telefónica contrató a Morgan Stanley para analizar alternativas en la región, informó el periódico español Cinco Días. Y esta semana se conoce otro rumor: un grupo de millonarios latinoamericanos, cuyos nombres no trascendieron, estarían interesados en comprar el 51 por ciento de América Latina.
El diario español El Mundo cita que Telefónica podría alcanzar una liquidez por esta operación de aproximadamente 10.000 millones de dólares, quedándose solo con un 20 o 30 por ciento de la operación en Hispanoamérica. El porcentaje restante, que no quedaría en manos de Telefónica ni de este “consorcio de millonarios”, pasaría a manos de accionistas minoritarios. Lo que no queda claro es si los 10.000 millones en que se valúa la operación es por el 51 por ciento que podría adquirir este consorcio o por el 70 por ciento que vendería Telefónica. De ser por el 51 por ciento, se trataría de una cifra bastante superior a las estimaciones iniciales del valor del grupo en la región.
El hermetismo en la noticia publicada por el medio español, la poca información sobre la identidad de los interesados y la reacción de Telefónica que dice no tener ninguna propuesta formal sobre la mesa, pone paños fríos a una noticia que, de confirmarse, sacudiría al mercado.
La realidad es que, a estas alturas, todo parece indicar que Telefónica evaluará cualquier alternativa que se presente para su operación, con el objetivo de ganar liquidez y ofrecer una buena noticia a sus accionistas. La publicación de El Mundo y la venta del área de educación que también se anunció ayer tuvo un primer efecto en una ligera suba de las acciones del Grupo español, que se disipó a cambiar del día calendario. La suba ocurre luego de una semana en que la española tocara sus valores mínimos en la bolsa.
Lo mismo que está ocurriendo ahora con los rumores sobre Hispanoamérica le ocurrió a Telefónica cuando estaba interesada en vender sus centros de datos y también cuando evaluaba alternativas por la operación en Centroamérica. Mucho antes, también sucedió con AT&T mientras analizaba activamente alternativas para un negocio satelital que nadie parece estar interesado a comprar. Los rumores están siempre ocupando los primeros planos pero las confirmaciones, por ahora, son esquivas. ¿Cuál será la alternativa que, finalmente, elija Telefónica para Hispanoamérica? ¿Aceptaría una propuesta que le permita mantenerse en el mercado pero con una posición minoritaria? Los rumores, posiblemente, no se frenen ante una Telefónica dispuesta a analizar cualquier alternativa.
