Telefónica paga con una baja del beneficio neto anual la reestructuración y reducción de su deuda neta

“Hemos comenzado 2020 con una buena evolución operativa y estamos enfocados en ejecutar el plan que anunciamos a finales del año pasado”, indicó José María Álvarez Pallete, presidente de Telefónica en su presentación de resultados 2019. La compañía muestra un balance estable, con algunos puntos positivos como el crecimiento orgánico (es decir, sin contar el impacto en el tipo de cambio) y el crecimiento de más de un 20 por ciento en el flujo de caja aunque un beneficio neto que se derrumba más del 60 por ciento interanual.

El 2019 fue el año que la compañía logró bajar un nuevo escalón en su deuda total, al pasar de una deuda neta de 41.100 millones de euros al cierre de 2018 a un total de 37.700 millones de euros al cierre de 2019. Esto fue posible gracias a la venta de operaciones y al crecimiento en su flujo de caja libre hasta 5.919 millones de euros.

Los ingresos de la compañía para todo el año 2019 alcanzaron 48.422 millones de euros, un decrecimiento reportado del 0,6 por ciento —los números consolidados del grupo desconsolidaron las operaciones vendidas en las fechas que se produjo la operación—. En términos orgánicos, no obstante, la compañía asegura haber tenido un crecimiento del 3,2 por ciento interanual. El Oibda decreció un 2,9 por ciento hasta 15.119 millones de euros, con un margen del 31 por ciento, estable con respecto al año anterior.

El beneficio neto, excluyendo los impactos extraordinarios de 2.432 millones de euros, alcanzó 3.574 millones de euros (o 1.142 millones de euros en términos reportados). En términos reportados, el beneficio neto cayó un 65 por ciento con respecto al año anterior.

La operación más importante para Telefónica es la española, con 12.000 millones de euros en ingresos anuales. Le sigue Brasil, con 10.000 millones de euros —no es casual que sea el único país de América Latina que la compañía considera como estratégico—, seguido de Alemania y el Reino Unido.

La región Hispanoamérica Sur aportó 6.384 millones de euros en 2019 mientras que Hispanoamérica Norte apenas 3.795 millones de euros —ambas operaciones se consolidarán luego del spin off anunciado por la compañía. En ambos casos, las operaciones registraron decrecimientos en relación al período anterior, tanto en términos orgánicos como reportados.

El reporte de resultados de Telefónica demuestra por qué la compañía decidió enfocarse en apenas unos pocos mercados, mientras evalúa desprenderse de Hispanoamérica. No se trata únicamente por el nivel de ingresos que aportan a las arcas de la española —porque en ese caso no buscaría desprenderse de Hispanoamérica Sur—, sino porque los márgenes de las operaciones en los cuatro países estratégicos son muchos más amplios que en aquellas operaciones de las que busca desprenderse. Brasil es el mercado con mayor margen entre ingresos y Oibda, con un 42,5 por ciento. Lo siguen los países europeos —con un ARPU mayor al de Latinoamérica— con un 31,4 por ciento (Alemania), 29,7 por ciento (Reino Unido) y 28,9 por ciento (España). En el resto de América Latina, los márgenes apenas superan un 20 por ciento.

Telefónica cierra el año con 322,4 millones de accesos, un decrecimiento del cuatro por ciento con respecto al año anterior. En la mayoría de los segmentos de negocio reportó una baja, excepto cable/FTTx que aumentó un 8,1 por ciento en el año hasta 14,2 millones. Los accesos móviles se redujeron hasta 261,5 millones, con una expansión en el segmento contrato. La compañía apunta a un 2020 de fortalecimiento de la ruta anunciada a finales de 2019, que permitirá aumentar los ingresos hacia 2022 y superar en dos puntos porcentuales el ratio (Oibda-Capex)/Ingresos. En este camino, la compañía reitera el compromiso de pagar dividendos, como una forma de mantener a sus inversores satisfechos —y, por lo tanto, mantener la cotización del grupo en bolsa—, en momentos decisivos para la española.

Leticia Pautasio es periodista y Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Quilmes (Buenos Aires, Argentina). Durante su carrera profesional se desempeñó en gráfica, radio y medios de comunicación en línea. Desde 2009 se especializa en tecnología, telecomunicaciones y negocios; cubriendo la realidad del sector en América latina. En 2013 obtuvo el diplomado "El Periodista Latinoamericano como agente y líder en el desarrollo social" del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (México). Contacto: [email protected]

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