El Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTC) emitió opinión positiva sobre el contrato de compartición de infraestructura activa firmado por Entel y Telefónica del Perú. Ambas empresas podrán compartir sus antenas del servicio móvil con el ojo puesto en mejorar cobertura, calidad y capacidad de sus prestaciones a clientes del apartado móvil. Como en casos similares, esto no exceptúa a las partes del cumplimiento de sus obligaciones.
Este no es el primero ni será el último acuerdo para compartir infraestructura firmado por operadores de telecomunicaciones en Latinoamérica. De hecho, la estrategia es cada vez más frecuente por parte de prestadores que buscan reducir inversiones en tiempos de vacas flacas. Ya lo hicieron varias compañías en Brasil y Movistar con AT&T en México, por citar ejemplos. También cada vez más reguladores avanzan a favor de este tipo de propuestas.
Como ya se ha dicho, la mejor versión de las autoridades en los acuerdos de compartición parece ser la supervisión. De esta manera se controlan posibles daños colaterales como dependencia de los operadores de sus propios competidores o reducción de posibilidades de elección por parte de los usuarios. En contrapunto, se gana en menor impacto visual, reducción de tiempos de despliegue y sitios alcanzados con menos inversión.