Covid-19 obliga a repensar el rol de las telecomunicaciones: ¿cómo cambiará el enfoque regulatorio post-pandemia?

A pesar de que la pandemia por covid-19 está lejos de finalizar —especialmente en América Latina—, a unos meses de haber iniciado los confinamientos es hora de empezar a pensar qué lecciones hemos aprendido de una pandemia que ha puesto el foco en algunos temas, como las telecomunicaciones, muchas veces olvidadas en la agenda de prioridades de los gobiernos.

En el nuevo mundo post covid-19, los usuarios estarán más conectados —o al menos más acostumbrados a realizar ciertos trámites y operaciones online— y, por ello, garantizar el acceso a la conectividad debería volverse una prioridad en las agendas políticas y regulatorias. En este marco, ¿cómo debería adecuarse la regulación en América Latina? TeleSemana.com dialogó con algunos de los responsables de pensar la regulación en la región para entender hacia dónde se deben dirigir las decisiones regulatorias en el mundo que se viene post-pandemia.

La primera pregunta que deben hacerse los diferentes gobiernos es si la regulación existente es la adecuada para un mundo que se apoya cada vez más en la conectividad para mantenerse a flote. “Desde que empezó el coronavirus, y aún desde antes, ha quedado claro que todo tipo de regulación en telecomunicaciones ha quedado atrasada prácticamente al terminar de escribirse”, sentenció Claudio Ambrosini, presidente del Ente Nacional de Comunicaciones de Argentina (Enacom). Ambrosini recuerda que desde que se lanzó la telefonía celular en 1990 hasta el lanzamiento de 3G casi que no hubo cambios en la forma de comunicarse. Sin embargo, del 3G al 4G y ahora hacia la 5G pasó poco tiempo y mucha transformación. “Hace años estamos hablando del IoT sin poder terminar de plasmar una regulación que nos permita implementarlo a pesar de todas las ventajas productivas, inclusivas y de mejora del funcionamiento social desde el punto de vista de la digitalización de la economía, el conocimiento y las instituciones”, remarcó a TeleSemana.com. Por eso es que el ejecutivo plantea que el covid-19, mas que pedir un cambio regulatorio, lo que hace es poner en foco “la incapacidad de regular al tiempo que la tecnología se desarrolla”.

“La tecnología es la que va forzando los cambios culturales o los cambios regulatorios a un ritmo que nos cuesta comprenderlo. Con lo cual, creo que no es que hacen falta cambios regulatorios sino que hace falta un cambio de enfoque sobre cómo debe ser la relación entre tecnología y sociedad, entre tecnología e inclusión social y entre tecnología y economía”, apunta Ambrosini. Un enfoque amplio también es el que señalan en Honduras, aunque con ciertos matices, debido a las particularidades de su mercado. “Como órgano regulador, esperamos que se dicte una política unificada en materia de telecomunicaciones y TICs, es decir ejecutada por una sola institución, asimismo, brindar un enfoque regulatorio amplio que permita a los operadores brindar servicios en forma general y no especifica, se necesitan acciones claras y concretas que permitan la reducción de la brecha digital y la implementación de un Gobierno Digital eficiente y responsable para el beneficio de los usuarios”, explican a TeleSemana.com desde la Comisión Nacional de Comunicación.

Pamela Gidi, subsecretaria de Telecomunicaciones de Chile, tampoco apunta a cambios regulatorios sino a la necesidad de promover el despliegue de infraestructura de conectividad. “Más que cambios en el enfoque regulatorio del sector, creemos que habrá un fuerte trabajo en fortalecer la infraestructura de telecomunicaciones, sobre todo aquella necesaria para mejorar el servicio de banda ancha fija, ya que la transformación digital tanto de los usuarios como de las organizaciones llegó para quedarse”, resaltó.

“Debe tomarse en cuenta que la nueva normalidad posemergencia generará cambios en los patrones de consumo y de conducta de los usuarios, ante la relevancia que han adquirido algunos servicios como el comercio electrónico, teletrabajo y teleeducación, entre otros. Ello dará oportunidades a las empresas operadoras para adaptar su oferta comercial y competir por la nueva demanda”, añadieron desde el Organismo Supervisor de la Inversión Privada en Telecomunicaciones (Osiptel) de Perú.

La subsecretaria de telecomunicaciones de Chile destacó que durante el confinamiento el tráfico móvil y fijo se han expandido cerca del 40 por ciento y estimó que en los próximos meses podría subir hasta un 60 por ciento. Esto se debe al crecimiento del teletrabajo, la teleeducación en línea y la comunicación con seres queridos mediante videoconferencias. “En muchos países, el hecho de que la demanda de tráfico se haya trasladado desde las redes móviles a las redes fijas con motivo de la cuarentena obligatoria ha puesto a prueba la capacidad y la actualización tecnológica que poseen las redes fijas, las cuales en algunos casos presentaron problemas como intermitencias, cortes y bajas velocidades de conexión”, añadieron desde Osiptel. El regulador peruano admitió que fueron las redes más modernas, de fibra directa al hogar (FTTH) las que pudieron responder de forma más adecuada al incremento de la demanda, lo que evidenció la necesidad de empujar su despliegue en el país.

Sin embargo, desde Osiptel alertan que una excesiva regulación podría tener el efecto contrario y, en vez de incentivar, podría desacelerar el cumplimiento del objetivo de inclusión digital y despliegue de redes de nueva generación. Por eso quizás el foco, vuelve a ser no el de regular, sino de establecer los mecanismos necesarios para promover el despliegue de infraestructura. “No es necesario regular sino promulgar o proponer a las compañías, tanto de tecnología como de economía virtual, pensar la necesidad de la existencia del teletrabajo o de formas inclusivas de trabajo que mejoren la productividad y que permitan una alternativa de no trabajo presencial o de otras formas de generación económica”, coincidió Ambrosini.

El trabajo de los reguladores en América Latina post covid-19 apunta a dos objetivos: el despliegue de infraestructura y la promoción de la transformación digital. En el caso de Chile, Gidi indica que la idea es proponer cambios para promover nueva infraestructura que permita cerrar la brecha digital, ya sea a través de subsidios o mediante alianzas público-privadas.

La brecha digital se ha puesto de manifiesto en esta pandemia, especialmente porque ha demostrado la desigualdad de oportunidades entre quienes tienen acceso a los servicios y quienes no. Desde la Conatel Honduras indicaron que “se evidenció que hay que mejorar aspectos sobre la calidad del servicio, la continuidad del mismo y el ámbito de protección al usuario, así como facilitar los canales digitales de atención al usuario”.

El regulador hondureño hizo foco en la necesidad de tener planes asequibles para usuarios que han visto, además, disminuidos sus ingresos por el aislamiento obligatorio. “Nuestro marco regulatorio de telecomunicaciones deberá de centrarse en el usuario, y en garantizar que la regulación este orientada a la reducción de la brecha digital más que al recaudo por aportes de tasas en el sector”, aseguran en Conatel.

Los otros dos objetivos que tienen en mente en Honduras, y que comparten la mayoría de los reguladores entrevistados, es promover la competencia y la apropiación del uso de las TIC en la población. “Otro enfoque que necesita renovarse es el de los operadores en regiones rurales y como llevar los servicios a las regiones no atendidas, ya que el marco actual no ha creado las condiciones necesarias para favorecer a estos operadores”, afirman desde Honduras. “La pandemia del Covid-19 también vino a incrementar la diferencia entre clases, ya que las poblaciones con recursos pudieron mantener, hasta cierto punto, las actividades económicas y educativas; pero las poblaciones rurales donde la población no tiene cobertura o los recursos para acceder al servicio de Internet son insuficientes, se ven forzadas a privarse de muchos aspectos como la educación”, agregan.

Con la mirada puesta en un enfoque amplio donde se cruzan tecnología, economía y telecomunicaciones, los reguladores se preparan para tomar las decisiones que delimitarán el mundo post-pandemia. Covid-19 ha develado la necesidad de que los países cuenten con una infraestructura de telecomunicaciones fuerte para poder enfrentar los desafíos. En próximas notas revisaremos algunas aristas de los temas regulatorios que más preocupan al sector porque el desafío recién comienza.

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COVID-19

Y SU IMPACTO EN EL SECTOR DE LAS TELECOMUNICACIONES
DE LATINOAMÉRICA

Leticia Pautasio es periodista y Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Quilmes (Buenos Aires, Argentina). Durante su carrera profesional se desempeñó en gráfica, radio y medios de comunicación en línea. Desde 2009 se especializa en tecnología, telecomunicaciones y negocios; cubriendo la realidad del sector en América latina. En 2013 obtuvo el diplomado "El Periodista Latinoamericano como agente y líder en el desarrollo social" del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (México). Contacto: [email protected]

1 Comentario

  1. El enfoque debe ser la promocion, no la regulacion.

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