La cuestión satelital domina gran parte de la agenda de Europa. Italia parece estar avanzando con un plan para tener su propia constelación de satélites de órbita baja, tanto para uso civil como militar, mientras Eutelsat admitió que el gobierno alemán viene pagando desde hace un año el servicio de Internet satelital para Ucrania.
Se trata de acciones que deben seguirse en un escenario donde Europa quiere asegurarse sus comunicaciones, y también resguardarse -si es posible- de la tensión geopolítica que viene sacudiendo al mundo. En este escenario, Italia quiere una constelación propia de más de 100 satélites LEO que sea interoperable con cualquier otra constelación satelital que esté girando en torno a la Tierra, admitió una fuente vinculada con el tema a la agencia Reuters.
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“La idea es que la constelación trabaje en conjunto con otras, no necesariamente de forma independiente”, precisó esa fuente que agregó que se trata de un proyecto que recién se concretaría en 2031. La Agencia Spaziale Italiana (ASI) presentó un estudio preliminar de factibilidad a principios de marzo a la administración conducida por Georgia Meloni con el objetivo de avanzar en la llamada fase 2. ¿De qué se trata? De iniciar conversaciones con distintos actores, como el Grupo Leonardo que, de acuerdo a lo informado, fabricaría y montaría los satélites que darán vida a esa constelación.
Leonardo es una empresa italiana dedicada al desarrollo aeroespacial en las áreas de defensa y seguridad que trabaja con la ASI en distintos proyectos. En 2023 firmó dos contratos por 33 millones de euros para desarrollar y fabricar instrumentos ópticos de última generación para el programa Platino, una plataforma satelital para realizar observaciones de la Tierra, además de brindar telecomunicaciones y colaborar con la investigación científica.
Sobre el proyecto en cuestión no trascendieron más datos. No obstante, la iniciativa de la ASI es interpretada como un paso más de los países europeos por contar con comunicaciones satelitales seguras, independientes de las que puedan brindar otros operadores como Starlink.
Alemania paga
Es, justamente, la compañía de Elon Musk la que está en el foco de la Unión Europea por el rol que tomó para que Ucrania accediera a conectividad en el marco de la guerra con Rusia. Ahora, Berlín admitió haber estado pagando los servicios de Eutelsat en ese país en el último año a través de un distribuidor alemán para tener una alternativa a Starlink.
Así lo admitió Eva Berneke, CEO de Eutelsat, quien aclaró no obstante que la operadora desplegó casi 1.000 terminales en ese país, contra unas 50.000 que posee Starlink. Anticipó que esa cantidad puede crecer, en sintonía con las noticias conocidas semanas atrás cuando se aseguró que Eutelsat remplazaría prácticamente en su totalidad el servicio que todavía brinda allí Elon Musk.
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“Ahora esperamos tener entre 5.000 y 10.000 allí relativamente rápido”, afirmó, hecho que podría concretarse “en cuestión de semanas”, tal como lo indicó la agencia Reuters. Por el momento no está claro si será el Gobierno de Alemania el que continuará financiando ese servicio.
Desde que Donald Trump asumió su segunda presidencia en Estados Unidos, el mundo asiste a una reconfiguración de tal magnitud donde las comunicaciones no quedan al margen. El protagonismo adquirido por Eutelsat en estas últimas semanas se debe a la eventual finalización de la guerra entre Ucrania y Rusia, y el reacomodamiento que eso supondrá en ese continente.
De Sateliot a Hispasat
Europa viene promoviendo la conformación de actores propios en el escenario de las comunicaciones. El proyecto español Sateliot, una constelación LEO tendiente a brindar conectividad en el planeta comenzando por Europa, se viene desarrollando a paso sostenido. Lo mismo sucede con Hispasat, a cargo de parte del diseño de la futura constelación Iris, con la que Europa quiere asegurarse comunicaciones satelitales confiables. Eutelsat, que además es distribuidor de OneWeb, se suma también a esta estrategia, tal como lo deslizó Berneke.
“En una situación como la que se vive en Ucrania hoy, conviene tener todas las opciones abiertas”, afirmó Berneke. “Mientras Starlink funcione en el país, no tiene sentido no utilizarlo”, añadió. Y consideró que siempre es mejor tener un plan B, “especialmente cuando se han dado situaciones como esta, donde la incertidumbre sobre si seguir siendo una opción se ha vuelto un poco tensa, es conveniente tener alternativas”.
Iris2 no es la única iniciativa europea para garantizarse su conectividad y sus comunicaciones. Otro proyecto llamado Govsatcom, que reúne a satélites nacionales, avanza con el objetivo de estar listo a mediados de este año. Y todo indica que los distintos países europeos con antecedentes en el mundo espacial querrán sumar su grano de arena.
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