Internet Day 2025 en Argentina: el gobierno desconectado y la industria en modo espera

El gobierno pegó el faltazo en el encuentro que todos los años organiza CABASE. El sector sigue esperando definiciones

“La regulación vigente nos mantiene expectante”. Es una de las frases que quedó resonando en el auditorio principal del Centro de Exposiciones de la Ciudad donde se desarrolla este jueves y viernes el Internet Day2025, el encuentro anual organizado por la Cámara Argentina de Internet (CABASE) para celebrar, como cada 17 de mayo, el día  mundial de Internet. Y la frase que pronunció el presidente de esta entidad, Ariel Graizer, tomó mayor sentido porque los grandes ausentes de este encuentro fueron el interventor del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), Juan Martín Ozores, y el subsecretario de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, César Gazzo Huck, dos de los funcionarios que deben tomar decisiones en torno de la regulación del sector.

Vale, de todos modos, rescatar la presencia de Hector Huici, subsecretario de Simplificación y Desregulación del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, quien conoce de primera mano a la industria aunque ahora no toma decisiones que lo impacten de manera directa.

Fuera de esta excepción -que pareciera confirmar la regla- que las autoridades que sí toman decisiones sobre los destinos de la industria hayan decidido a último momento no asistir al mayor encuentro de telecomunicaciones hace pensar sobre la relevancia que este sector tiene para el gobierno nacional. Mucho más cuando este año se celebran los 30 años del inicio de la comercialización de Internet a nivel masivo. Y la expectativa existente es porque ni el Enacom ni la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación terminan de definir nada sobre distintos temas que hacen a la industria: “cómo aplicar los fondos del Servicio Universal y en qué proyectos, qué rol va a tomar Arsat, cómo tener movilidad, qué decisiones se van a tomar en relación a WiFi6 y WiFi7”, tal como enumeró Graizer.

La expectativa en torno a estas decisiones se vincula con otra característica que presenta la industria en este momento y es que el contexto del negocio cambió. Al igual que en el mundo, en la Argentina el mercado de la conectividad está maduro, los ingresos no crecen, el ARPU tampoco y, sin embargo, es necesario seguir invirtiendo. Sin olvidar que aún hay deficiencias de conectividad en las zonas rurales y remotas, lo que supone esfuerzos monetarios grandes que no tendrán un retorno equivalente.

De la inflación a los impuestos

“Desde el primer momento apostamos al crecimiento y al desarrollo. CABASE es el músculo que construye esa infraestructura (de conectividad)” que habilita ese escenario, sostuvo Graizer quien abogó porque “estas jornadas nos propongamos conversar sobre cómo desarrollar nuestra industria”. Insistió, tal como ocurrió en las jornadas del año anterior, en la necesidad de reducir la presión impositiva y de contar con una política pública que impulse al sector y no que lo frene.

Celebramos la baja de la inflación, la estabilización, la posibilidad de importar y la menor desregulación pero también somos concientes que dependemos de los ingresos de los usuarios”, indicó el directivo.

CABASE – Carga impositiva a los servicios de conectividad

Ese bolsillo de los usuarios que sostiene la facturación de las telecomunicaciones también se ve impactado por los impuestos y tasas que aplican al sector los estados nacional, provinciales y municipales y que, en el caso del servicio de Internet, tiene una carga impositiva a nivel nacional del 38 por ciento. A esto deben sumarse otros tributos, como ingresos brutos, considerado uno de los impuestos más distorsivos de este país, y que cada uno de los estados provinciales aplican a su criterio.

Los servicios de Internet reciben un promedio del 4,21 por ciento en concepto de ingresos brutos, según un nuevo relevamiento realizado por el Centro de Estudios en Finanzas Públicas de la Universidad Nacional de La Plata (CEFIP-UNLP), aunque ese porcentaje puede ser más alto ya que hay “marcadas diferencias de alícuotas entre provincias”, tal como se indicó en el reporte. Hay provincias en donde ese tributo puede ascender hasta el 5,5 por ciento.

Desafíos y disrupciones 

En un contexto donde ni los ingresos ni el ARPU crecen la presión impositiva aporta un peso más a una industria que dejó de ser la vedette que brilló hasta los primeros años del siglo XXI. La valuación de las principales compañías de telecomunicaciones viene cayendo de manera constante, tal como lo mostró el analista Enrique Carrier, quien ejemplificó con distintos casos, como el de Orange, cuyo valor se depreció un 22 por ciento, mientras BT lo hizo en un 66 por ciento y Telefónica en un 57 por ciento. Si bien también hay excepciones, como el de T-Mobile en Estados Unidos, ese único caso parece confirmar lo que está sucediendo en el grueso de la industria.

Optimizar la inversión y adecuar los costos son, en la mirada de Carrier, dos de los aspectos a tener en cuenta en el nuevo escenario de la industria. Esa mirada fue tomada por Lorena Torres Lopez, consultora senior en Bluenote MC, para quien hoy el sector necesita formular esquemas de “ganar-ganar”. ¿De qué se trata? De analizar “qué compromisos de inversión se eligen, cómo se valorizan esos compromisos, cumplir con las condiciones de los servicios y hacer que se cumplan, y cómo cambiar penalidad por inversión o impuestos por infraestructura”, sostuvo la especialista.

Internet Day 2025 – CABASE

Consideró, a su vez, que el sector tiene que ser más abierto para generar casos de uso además de un nuevo ecosistema alrededor de la industria y de estas necesidades. Y apeló por usar datos más precisos para hacer estas evaluaciones. Ejemplificó con el caso de Chile donde se está evaluando cuánta infraestructura y de qué tipo hay disponible, manzana por manzana, para aprovechar lo existente y ser eficiente. Evaluación que va desde los postes hasta la fibra oscura.

Quien planteó otra mirada, mucho más positiva sobre lo que puede venir hacia adelante con el sector, fue Agustin Siboldi, socio en Estudio O´Farrell,  para quien se están produciendo cambios disruptivos en el mundo, con consecuencias aún no vistas, a partir del desarrollo de la electromovilidad, la trazabilidad vía blockchain, el mundo cripto y todo lo que va a producir en términos de infraestructura y conectividad.

“Viene algo disruptivo en el futuro. Para ello la macro tiene que estar ordenada. A nivel local se presentan muchos desafíos, entre ellos también la estabilidad institucional regulatoria”, sentenció Siboldi.

En un sentido similar se pronunció Walter Burzaco, asesor de ATVC, para quien “la industria atraviesa un momento de transición” y que para llegar hacia ese otro nuevo destino habrá que pensar más allá de la caja que las mismas empresas crearon. Abogó porque los dirigentes empresarios se aggiornen y que el diálogo sea la herramienta para abordar las complejidades y construir un nuevo escenario.

Diálogo, nuevos abordajes y, sobre todo, presencia e institucionalidad regulatoria en un contexto de expectativa por las normativas que no terminan de definirse. Así se celebran los primeros 30 años de Internet en la Argentina.

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Andrea Catalano es la Editora en Jefe de TeleSemana.com. Andrea es periodista y licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Cuyo. Desde hace más de 20 años sigue al sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones y su impacto en la economía y la sociedad. A lo largo de su carrera se ha desempeñado en prensa escrita, on line, radio y televisión.

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