Tras meses de debate y negociaciones sobre la presión arancelaria a las importaciones de Estados Unidos, el primer mandatario de ese país, Donald Trump, adelantó que aplicaría tasas del 50 por ciento a Europa si no avanzan en un acuerdo, y del 25 por ciento a Apple si no fabrica sus iPhones en Estados Unidos. El día D, ahora, es el 1 de junio. No es la primera vez que sucede; tampoco que los mercados bursátiles dan una rápida respuesta a la presión.
¿El 50 por ciento para Europa?
“Ha sido muy difícil tratar con la Unión Europea, que fue creada con el objetivo principal de sacar ventaja de Estados Unidos en la parte comercial. (…) Nuestras discusiones con ellos no están yendo a ninguna parte. Entonces, recomiendo imponer 50 por ciento de aranceles a la Unión Europea a partir del 1 de junio”, escribió Trump en su red Truth Social y lo levantó tanto la Agencia AFP como el resto de la prensa internacional, a la vez que denunció que las empresas estadounidenses se ven expuestas a “barreras comerciales, el impuesto al valor agregado, las sanciones ridículas contra las empresas, las barreras no aduaneras, las manipulaciones monetarias y las persecuciones (judiciales) injustificadas e injustas”.
Imagen: Killer Biscuit/Flickr
El debate comienza por el déficit comercial, cuyo monto varía según sea quien lo mire y qué mida. Lo cierto es que, desde abril, las tasas llamadas llamadas “recíprocas” de Estados Unidos para el viejo continente se ubican en el 12,5 por ciento; porque aunque se habían previsto en el 20 por ciento, la necesidad de negociarlo las instaló en el 10 por ciento (sumado al 2,5 por ciento que ya se pagaba), hasta que concluyeran las bilaterales de julio.
Según France 24, la Unión Europea solicitó claridad a Estados Unidos sobre el tema y espera que las diplomacias del comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, y el representante comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer, conversen. Pero también hubo malestar. Por ejemplo, el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Johann Wadephul, habría valorado que estas declaraciones no ayudaban a nadie.
¿El 25 por ciento para Apple?
“Hace tiempo que informé a Tim Cook, (NdR: CEO) de Apple, que espero que los iPhone que se vendan en los Estados Unidos de América se fabriquen y ensamblen en los Estados Unidos, y no en la India ni en ningún otro lugar”, dijo Trump en Truth, y agregó que “si no es así, Apple deberá pagar un arancel de al menos el 25 por ciento a Estados Unidos. ¡Gracias por su atención!”. La respuesta bursátil fue inmediata: En la apertura de Wall Street, Apple reportó una caída en la Bolsa en alrededor del tres por ciento.
Hace apenas un mes, los fabricantes de dispositivos móviles hacían sus ecuaciones sobre las posibilidades que tenían ante este escenario de reclamos.
Imagen: rawpixel/Unsplash
AFP también recordó que días atrás y en medio de una gira por el Golfo Périsico, Trump había asegurado que la empresa debía trasladar la producción de sus teléfonos inteligentes a Estados Unidos: “Llevamos años soportando las fábricas que construiste en China. No queremos que construyas en India sino aquí, y tendrán que aumentar su producción en Estados Unidos”.
Lo cierto es que el 1 de mayo, Apple anunció sus resultados financieros del segundo trimestre del año fiscal 2025 (aqui) finalizado el 29 de marzo, en el que registró ingresos por 95,400 millones de dólares para el trimestre, lo que representa un aumento del cinco por ciento interanual, además de ganancias trimestrales por acción diluida de 1.65 dólares, o el equivalente a un aumento del ocho por ciento interanual.
En ese marco, Cook celebró resultados, lanzamiento de productos, el haber reducido un 71 por ciento las emisiones de carbono en la última década, como la “lealtad y satisfacción” de sus clientes; aunque admitió la caída de sus ventas en China, en alrededor de un dos por ciento. Quizá, por esta guerra comercial. En el resto de las regiones, los resultados fueron positivos: de un alza del 8,2 por ciento en América, del 1,4 por ciento en Europa y del 16,5 por ciento en Japón.
La frase de Trump también genera interrogantes porque Apple había anunciado un gran plan de inversión en el país en febrero, por 500.000 millones de dólares. La empresa había adelantado (aquí) la expansión de sus instalaciones de Michigan, Texas, California, Arizona, Nevada, Iowa, Oregón, Carolina del Norte y Washington; además de crear una nueva fábrica en Texas, duplicar el Fondo de Manufactura Avanzada del país, montar una academia de manufactura e inversiones aceleradas en inteligencia artificial (IA) e ingeniería de silicio. Empleo, investigación y desarrollo, capacitación; ¿qué faltó?.
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